No importa cuándo llegue, sino que llegue
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No importa cuándo llegue, sino que llegue

Juan Pablo Chourio
2015-01-16 19:05:10
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El Centro Nacional de Alto Rendimiento es la promesa de la FVF que ha tardado más en ser cumplida. 14 años han pasado desde que se colocó la primera piedra

El 23 de agosto del 2001, se iniciaron los primeros movimientos de tierra del Centro Nacional de Alto Rendimiento. Catorce años han pasado hasta la finalización de este proyecto, cuatro mundiales, tres copas américas y tres directores técnicos en La Vinotinto; mientras tanto, en el máximo cargo de la FVF, se ha mantenido el mismo hombre: Rafael Esquivel, quien es presidente desde el año 1987.

Con el objetivo de aumentar el nivel cualitativo de los jugadores venezolanos, la FVF, de la mano de  Rafael Esquivel y Laureano González, se planteó construir una infraestructura deportiva del primer mundo, que para entonces no existía en Venezuela. Las grandes selecciones que han obtenido logros significativos en el balompié, tienen un sitio propio donde entrenar. La selección Argentina, por ejemplo, práctica en el predio de Ezeiza; la española, en la Ciudad Deportiva Las Rozas; mientras que La Vinotinto ha tenido que resolver en canchas alternas, como la de Mucuchíes, o simplemente en estadios.

El proyecto que emprendía la Federación necesitaba un sitio en donde construir el Centro de Alto Rendimiento. Durante las primeras reuniones surgió el nombre de La Fragua, localidad adyacente a la carretera panamericana en los Altos Mirandinos; pero no hubo arreglos entre las partes y se decidió construir en la Isla de Margarita.

El fundo de La Soledad era el elegido; fue en ese momento cuando la asamblea de la FVF autorizó la compra de 30.000 metros cuadrados a 2.500 bolívares -2.5Bs. actualmente- cada metro. Sin embargo, la tarea se realizó a medias, porque el arquitecto Omar Carnevali exigía un área de 72.000 metros cuadrados. La Federación intentó comprar la cantidad de terreno restante, que solicitaba Carnevali, en la misma zona; pero los propietarios habían aumentado el precio por metro cuadrado. Al no poder pagar lo solicitado, la FVF empezó a buscar otras tierras para la construcción del centro.

De esta manera, La FVF compraría en el año 2000, por poco más de 95 millones de bolívares -95 mil bolívares actualmente-, los derechos sucesorales de una parcela -de aproximadamente 48.000 metros cuadrados- en La Sabaneta, a la empresa Distribuidora de Gasolina de Margarita, C.A. (Digasmar), de la que es presidente Luis Esquivel, hermano de Rafael Esquivel.

A partir de este momento los movimientos realizados por la FVF empezaron a tener el cartel de sospechosos. ¿Rafael se habrá beneficiado del negocio recién mencionado? ¿Por qué la FVF decide comprar, por segunda vez, menos terreno de lo solicitado por Carnevali?

En octubre del 2000, La FVF contaba con los derechos sucesorales en dos fundos adyacentes pero distintos, La Soledad y La Sabaneta. La situación para ese entonces no permitía el inició de la construcción. Es por ello que Esquivel le escribe al alcalde del Distrito Maneiro del Estado Nueva Esparta,  en busca de una permuta con unos terrenos que la municipalidad poseía -dos séptimas partes del Fundo La Soledad- y que sumados a los ya propios, lograrían satisfacer las exigencias del arquitecto. Es así como la FVF intercambia, como barajitas de álbum, 48.571,42 metros cuadrados de La Sabaneta, por 48.571,42 metros cuadrados de La Soledad. Sin perder tiempo la FVF coloca la primera piedra el 23 de enero del 2001. Esta información es producto de una investigación del periodista Ewald Scharfenberg.

Un intercambio que, según la información consultada, todavía tiene algunos cabos sueltos o puntos flacos. Una parte del terreno donde se encuentra el CNAR podría tener un dueño distinto a la FVF.

La nueva casa de las selecciones nacionales forma parte del programa Goal de la FIFA, que trata de ayudar a países miembros en su desarrollo en el balompié. Ellos colaboraron con 500.000 dólares para hacer esta gran infraestructura. El programa de asistencia financiera aportó 750.000 dólares. Además de la FIFA, también ayudaron empresas internacionales y nacionales como lo son Adidas, Herbalife, BBVA Provincial, Empresas Polar y la petrolera PDVSA.

La tardanza en su construcción no pasó debajo de la mesa. El 3 de marzo del año 2011, la barra del Caracas FC colocó una pancarta que decía “FVF 24 años de fracaso, 10 años de desCARo”. Evidentemente las letras CAR en mayúscula hacían referencia al Centro de Alto Rendimiento. Por dicha pancarta, el Caracas fue multado por la CONMEBOL con 20.000 dólares, debido a que esta fue utilizada en un encuentro de la Copa Libertadores.

Para el momento en el que los hinchas del Caracas colocaron esa pancarta, el Centro Nacional de Alto Rendimiento llevaba diez años en construcción. Pasarían dos años desde ese incidente para que Rafael Esquivel inaugurara el CAR en el año 2013, para esa fecha solo estaba listo en un ochenta por ciento.

La decisión más efectiva y eficiente para terminar de construir esta infraestructura la tomó Rafael Esquivel, cuando en la última etapa de la construcción decidió agregar una letra al Centro de Alto Rendimiento. La letra fue N y así cambió el nombre a Centro Nacional de Alto Rendimiento. De esta manera, queda explícito que el gobierno nacional ayudó a terminar esta obra en la que se ha invertido mucho dinero y tiempo.

El fútbol venezolano en los últimos años ha tenido la presencia constante de la política. La mayoría de los equipos nacionales tienen como principales anunciantes a gobernaciones regionales o alguna empresa estatal. Es por ello que la intervención del gobierno nacional en el CNAR no es para extrañarse.

Luego de años de espera el día de la inauguración llegó. Fue el 3 de noviembre del 2014 cuando se instaló en el CNAR el curso FIFA – Fútbol base. De esta manera, la obra que empezó en el 2001 ya está en completa operatividad. Ese mismo día, Esquivel aprovechó para agradecer a las empresas nacionales y multinacionales que hicieron un aporte económico para poder culminar el proyecto.

El CNAR es un paso adelante en busca de una evolución futbolística; sin embargo, el proyecto ha estado marcado por movimientos que han causado desconfianza y pérdida de prestigio en el ente federativo, dejando entrever que, en este fútbol, la clandestinidad y el oscurantismo no dejan de ser protagonistas.