Bajo la lupa de la gestión Philip Valentiner
Bajo la lupa de la gestión Philip Valentiner
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Bajo la lupa de la gestión Philip Valentiner

Armando García
2014-12-20 18:41:28
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¿Cuánto ha hecho Philip Valentiner para el crecimiento del Caracas Fc?

En 1989, el Caracas FC, ya participante en Primera División, estaba a punto de desaparecer del plano futbolístico, algo común en Venezuela. El Dr. Guillermo Valentiner (QEPD), dueño de Laboratorios Vargas y de la Organización Cocodrilos, decidió hacerse cargo del equipo; el resto, como diría el famoso cliché, es historia.

Mientras aún vivía el doctor Guillermo, su hijo Philip Valentiner poco a poco se fue haciendo cargo de la gerencia del equipo avileño: habiéndose preparado en gerencia deportiva, en Alemania, estaba listo para suceder a su padre. De hecho, años antes de su fallecimiento, Guillermo Valentiner le cedió muchas de las decisiones a su hijo, incluyendo las concernientes al equipo de baloncesto Cocodrilos de Caracas.

Autosustentación y filosofías del club

El Caracas FC depende directamente de la empresa familiar: Laboratorios Vargas, es el que -todavía hoy- paga la mayoría de las deudas y es el responsable económico principal, más allá de los -cada día más- sponsors que pueda tener el club. Philip ha dicho, en varias ocasiones, que la idea futura del Caracas es dejar de depender de Laboratorios Vargas y que el propio club, mediante patrocinantes, taquilla, merchandising y venta de jugadores, pueda pagar la nómina. Para ello, la directiva del Caracas decidió rebajar la cantidad de dinero disponible para la plantilla y construir la misma entre juveniles -que posteriormente serán vendidos- y jugadores del patio. De hecho, en la plantilla actual del Caracas sólo había un extranjero y era el argentino Roberto Tucker, quien se conoció que no continuará para el Clausura.

La rebaja de capital para la plantilla ha repercutido en las vitrinas del conjunto avileño. Desde que paulatinamente se redujo el contrato de los jugadores, se vio mermada el flujo de trofeos que para la década pasada era extenso, también los nombres resonantes dejaron de preferir vestir de rojo y han optado por otras ofertas, evidentemente mucho más atractivas económicamente hablando.

Esta idea no es descabellada. La gran mayoría de los clubes en Venezuela dependen del gobierno estatal para mantenerse y esto significa en la mayoría de los casos que tarde o temprano haya problemas económicos dentro de los clubes. La recesión económica ha obligado a muchos equipos a arriesgar demasiado en sus números, y han tenido grandes problemas para pagarles a sus jugadores o a los que laboran canchas afuera.

La filosofía del club cambió: se pasó de ser un equipo lleno de estrellas a ser un club de formación de talentos, algo así como lo es el Ajax, en Holanda, equipo en el que los títulos nacionales y continentales no son tan comunes como en otrora. 

Los rumores de venta

Algo que preocupa a cada seguidor del Caracas es la posible venta del club a otros accionistas, principalmente por el hecho de que las veces que ha pasado anteriormente no ha tenido un final feliz.

Los rumores de venta del equipo no son nuevos, desde el fallecimiento del doctor Guillermo, Philip ha tenido que dejar en claro varias veces que el equipo es su herencia familiar y no la venderá. Aun así, la “situación país” puede ser un detonante que lo ayude a cambiar de opinión.

Últimamente, ha retornado el tema de la posible venta, debido principalmente a que Philip y algunos de sus hermanos no están en Venezuela gracias a un supuesto intento de secuestro que sufrió. El Caracas, desde hace unos años, no es gerenciado en persona por Philip, quien solo viene a Venezuela ocasionalmente; esto último, aunque extraoficialmente, bajo una fuente muy confiable.

¿El club puede ser vendido? Sí puede ser vendido, como cualquier otro club depende de la disposición de los actuales dueños de vender y la propuesta que pueda hacer el posible comprador. ¿Quién puede comprar al Caracas? Los rumores, como siempre, son dispersos y poco confiables. Se habla de que posiblemente uno de los interesados de la compra es la Organización Cisneros, dueño también del Miss Venezuela, Venevisión y los Leones del Caracas, aunque es especulación, la propuesta de compra incluiría también el equipo de baloncesto Cocodrilos de Caracas.

Yo, honestamente, dudo mucho de que Philip decida vender el club que rescató su padre ya fallecido. Los rumores no sólo sirven para crear una matriz de opinión muy incómoda, sino que generan desconfianza entre los que están alrededor del club, como sus seguidores y algunos patrocinantes. Si Philip decide vender, no sólo tiraría por la borda estos 25 años que su padre invirtió, sino que estaría –posiblemente– sentenciando al club a un destino incierto.

Fortalezas que no se tienen

Hace uno cuantos años atrás decíamos que la cantera del Caracas era la mejor del país, los equipos juveniles, desde la Sub-20 hacia abajo, más el equipo filial que correspondía en su gran mayoría jugadores menores de edad, hacían grandes torneos, ganaban títulos o eran finalistas, la filial jugaba en Segunda División inclusive peleando el título. Todo esto se ha venido abajo, en primer lugar por el desarrollo de otras canteras como la de La Guaira, Atlético Venezuela y Deportivo Petare, que han “robado” talentos a la cantera del Caracas. También ha influido la mala administración con algunos jugadores, como el caso Yanowsky Reyes.

Por otro lado, la nueva filosofía que, como explicamos, ha mermado el flujo de títulos a la vitrina de la Cota 905, también ha mermado en el capital. Se han dejado de percibir ingresos que antes eran fijos, como los provenientes por ganar alguno de los dos torneos cortos. También se ha dejado de percibir premios de la Copa Libertadores, que, además, son en dólares. Igualmente, se limita un poco la venta de jugadores jóvenes, ya que estos en su mayoría eran fichados luego de un excelente torneo internacional o de ser figura en los títulos locales. 

Lo cierto es que el Caracas vive en un proceso de adaptación, encontrándose a sí mismo nuevamente. La gestión de Philip ha cosechado muchos menos trofeos que la de su padre, pero le ha dado sentido de pertenencia al club a nivel de gerencia, quizá el proceso que lidera está siendo a pasos cortos y seguros, pero si logra una de sus metas, la autosostentación económica, el club podrá en un futuro cercano volver a la palestra. Si fracasa en su misión, retrocederá unos cuantos pasos que ya tenía avanzado, como es la conformación de una plantilla fuerte para ganar los torneos.

¿Ha sido una mala gestión?

Si hablamos estrictamente de títulos, sí. El Caracas actual se siente diezmado en comparación de aquellos equipos que se han logrado conformar. Aunque yo soy de los que piensa que la sequía de títulos pasa –en su gran mayoría– por la mala elección del cuerpo técnico para el primer equipo. Pero igualmente ha sido una mala gestión en ese sentido. Además de la mala elección en los fichajes y el pobre rendimiento de los jugadores juveniles (con algunas excepciones, claro) que han subido a Primera.

Si hablamos de una gestión gerencial, ha sido una de las mejores. A diferencia de otros personajes de nuestro fútbol, como Edmundo Kabchi (Dvo. Táchira) y Juan Pereira (Mineros de Guayana), quienes han seguido la filosofía de pagar primero y preguntar después, siendo esto poco efectivo a nivel de títulos y menos efectivo aún a nivel de club.

Aunque Juan Pereira ha tenido más interés en desarrollar sede propia y crear la filial, Edmundo Kabchi tiene años buscando un terreno para hacer la sede, mientras desembolsa una enorme cantidad de dinero en jugadores y cuerpo técnico. Son filosofías distintas, el Caracas hizo algo parecido en alguna época y le fue muy bien. El Rojo, en la actualidad, pese a los muy pocos títulos, ha logrado mantener un nivel estable en sus capacidades.

Si el Caracas logra pasar a ser independiente en su economía será un gran salto hacia adelante; para eso, Philip decidió renunciar a los títulos, al menos a corto plazo. Ya el tiempo nos dirá si tuvo razón o no.