¿Jeffren merece una oportunidad?

No, Jeffren, ahora ¡no! Arroja con rencor algún venezolano -palabras más, palabras menos-. Y que lance la primera piedra quien no haya sentido, en algún momento, como una ofensa, la negativa de Jeffren, manifestada hace unos años, a ponerse la camiseta Vinotinto.

Pongámonos un poco en perspectiva: en su biografía dice que con apenas un año de nacido en Ciudad Bolívar, su familia emprendió el éxodo hacia tierras españolas. Creció en España, se formó en equipos españoles y llegó a jugar en selecciones menores de ese país. Ahora, según papeles, Jeffren Isaac Suárez Bermúdez es venezolano y también español, pero ¿quién puede obligar a alguien que se ha criado toda una vida en una tierra distinta, a sentir algo por una tierra que desconoce? Venezuela, para él, debe de ser un recuerdo contado por sus padres o alguna nostalgia en un camino que no llegó a transitar. Pero, por otro lado, ¿es su culpa que la nación donde creó una carrera lo dejara a un lado después de alojarle alguna ilusión de grandeza con una camisa roja?, ¿se le puede achacar el querer jugar a nivel internacional?

El futbol a nivel de selecciones posee una pequeña característica, motiva el nacionalismo. No hablo de la manera en que una persona pueda sentirse identificada por un equipo de futbol de acuerdo al lugar o territorio donde habita. Hablo de un nacionalismo fanático y ciego en el que se aborrece todo aquello que no es (o que pareciera no ser) de acá. Aún recuerdo como insultaban y despreciaban a Amorebieta por venir a jugar o por tardar tanto en decidir estar con Venezuela. Para que después, muchos de ellos, aseguraran que Amorebieta era más criollo que la arepa solo por marcar un milagroso gol que nos dio una inolvidable victoria contra Argentina. Ya nadie duda, por ejemplo, de Frank Feltscher después de anotar en un empate importante contra Colombia, de visitante, en las pasadas eliminatorias.

Jeffren, de 26 años de edad, es solo un humano como todos, atrapado entre rígidos conceptos, donde el camino para borrar la corta memoria del fanático parece estar en el gol. Bueno, su ficha técnica dice que apenas ha hecho 8 goles desde que debutó en Primera con el Barcelona hasta llegar al Valladolid. Pero, entonces ¿qué puede aportar Jeffren Suárez a la Vinotinto?

Aquí es donde Chita Sanvicente maneja la situación con inteligencia. Él sabe que ha sido un tema controversial, pero le resta importancia debido a lo que puede sumar Jeffren a la selección. Verticalidad, mucha velocidad y regate por las bandas, además de una buena pegada con ambas piernas. Aunque es propenso a lesionarse, es un jugador que puede asumir posiciones ofensivas por la izquierda o la derecha (cualidad que agrada mucho a Chita). No sobran jugadores con sus características en Venezuela, para decirlo de otra manera.

Acaso ¿seguiremos recriminando el presente a costa del pasado? Seamos inteligentes como Chita y demos la bienvenida a todo aquel que quiera ayudar a forjar el camino de la historia que significa clasificar por primera vez a un Mundial. O seguro querrán esperar al primer gol o la primera asistencia para resarcir lo que se ha dicho con premura. Al fin y al cabo el lenguaje del futbol son las jugadas.