Carta de la afición de Estudiantes de Mérida

Por Afición de Estudiantes de Mérida

Muchas de las críticas vistas a diario en el mundo son hechas con mala intención, y nuestro maltratado fútbol nacional no escapa de este fenómeno. Un individuo con gula puede llegar a ser bastante egoísta, teniendo como único norte el beneficio personal y mostrando actitudes carentes de sentido común. Algunos clubes de fútbol en nuestro país son manejados por personas cuyas prioridades están totalmente alejadas del equipo que dirigen, y es que pareciera que estas instituciones no son más que un escalón utilizado para ascender en ámbitos ajenos al deporte. Estudiantes de Mérida es lastimosamente uno de esos clubes administrados cual bodega de pueblo, la poca seriedad es muy común y las irregularidades financieras se repiten de forma alarmante. 

Cuando César Guillén y su junta directiva fueron obligados a soltar las riendas del "rojiblanco" la lluvia de promesas que bañó a todos sus seguidores fue grande, hubo muchos que no creyeron una sola palabra, pues el historial de Frank Castillo, futuro y actual presidente de Estudiantes, no es precisamente el más impecable, sin embargo, se le dio el beneficio de la duda y nos permitimos un borrón y cuenta nueva. Desde canchas privadas hasta un autobús propio aseguraron tendría Estudiantes de Mérida, lo cierto es que hoy se sigue dependiendo de las canchas del estado y algunos jugadores deben ingeniárselas para llegar a casa por sus propios medios al finalizar cada jornada del calendario futbolero. Hoy en día la realidad de Estudiantes de Mérida nos dice que es normal ver a su Presidente, Frank Castillo, amenazar y golpear periodistas libremente mientras a la plantilla de jugadores se les adeuda tres meses. Un equipo, que se supone, profesional, viajando en un avión militar de carga desde Mérida con destino Puerto Ordaz a escasas horas de jugar un partido de fútbol. Desde entrega de cheques sin fondos hasta un pésimo o casi nulo manejo de redes sociales hacen que hoy la realidad de Estudiantes de Mérida FC sea una de las instituciones más demacradas y lamentables en el fútbol venezolano, sin embargo, no todo puede ser tan deprimente, y es que la afición "albirroja" es sinónimo de nobleza, por ello es que hoy queremos alzar nuestra voz y que estas sentidas palabras sean una crítica honesta, sin intereses ocultos, y a su vez, que nuestra realidad sirva como un espejo en el que evite mirarse todo aquel dirigente deportivo que quiera hacer las cosas correctamente. 

Este es un grito desesperado de la afición de un equipo que tiene 43 años y muchas historias que contar, del hincha que disfrutó estrellas ligueras, copas Venezuela y transcendencia internacional, del merideño que lleva con orgullo su camiseta de Estudiantes de Mérida, del sentido común de querer un cambio en una directiva que no solo ha repetido los errores del pasado que justificaron una expropiación del equipo sino que han cometido otras atrocidades que dejan en entredicho el glorioso nombre de nuestro Estudiantes de Mérida. 

Queremos cambios, necesitamos cambios, esto no puede seguir así, estamos cansados de soportar a politiqueros que llegan a Estudiantes al verlo como plataforma política y no por un verdadero sentimiento de hacer crecer a la institución. QUEREMOS CAMBIOS YA.