En Anzoátegui se robaron hasta la ilusión
En Anzoátegui se robaron hasta la ilusión
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En Anzoátegui se robaron hasta la ilusión

Ernesto Contramaestre
2014-08-26 21:12:21
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La empresa contratada por Fox Sports sufrió el robo de uno de sus camiones cuando se dirigía a levantar la señal del partido de la Copa Sudamericana en Puerto La Cruz

A la 1:00 de la tarde el equipo de Avcom y la producción de Fox Sports iba rumbo al José Antonio Anzoátegui por la vía Alterna, cuando llegaron a la Universidad de Oriente (UDO) fueron abordados por 30 encapuchados, algunos armados, que secuestraron los tres camiones que iban en la comitiva. “Se llevaron todo”, dijo uno de los encargados.

La inseguridad penetró en el fútbol y no permitió que la transmisión internacional contara con los estándares de calidad que deben tener al momento de llevar en vivo un torneo como la Copa Sudamericana. El Anzotegui – Universidad Católica fue un partido emocionante, pero quedó opacado por uno de los mayores problemas que sufrimos en el país.

El desfalco se produjo bajó una intensa lluvia, los delincuentes amenazaron a los chóferes y les obligaron a entrar en la universidad, ahí sacaron todos los equipos del camión de utilería. Los otros dos autos no sufrieron daños.

La Universidad Católica ya realizaba su calentamiento en el césped del estadio. Cuarenta minutos antes del pitazo inicial, una patrulla de la Policía de Anzoátegui llegó con algunos equipos que habían sido hurtados. Ellos, contaron, recibieron “ayuda” de unos jóvenes del Movimiento UDO 7, quienes suministraron a los oficiales la ubicación de las cámaras, trípodes y micrófonos. Respiraba la producción de Fox Sports en Venezuela, pero aún faltaba material para llevar la transmisión. Nunca aparecieron.

Isis Moya, productor de la cadena, recibió disculpas de parte del equipo encargado de la organización del partido. “Esto no debió pasar, mil disculpas, la verdad”, le repetían a Moya. Él solo hacía ademanes. No estaba contento.

“Esas cosas no deberían pasar en este país”.

El Deportivo Anzoátegui no tendría una historia diferente, estuvieron a un penal (no precisamente los que se cobraron en la tanda final) de lograr el ansiado pase a la segunda ronda de la Copa Sudamericana. El DANZ tuvo su cuota de mala suerte. Mucho martirio y poca gloria, como escribió el cronista Rafael Osío Cabrices en uno de sus textos.

El público, que respondió mejor que en otras ocasiones, se veía ilusionado. La lluvia no amainó las ganas de asistir al juego.

La tarea era vencer y no descuidar la retaguardia, eso lo tenía claro Rubert Morán, que lanzó a todo su arsenal en el once titular. Alineación que no fue suministrada a los medios de comunicación que estuvieron en el palco de prensa. Otro hándicap.

Robert Hernández fue, por un primer tiempo, el mismo que deslumbró al fútbol venezolano en temporadas anteriores. Era imposible detenerlo, y su equipo lo sabía. Por ahí llegaron la mayoría de los ataques locales. El público aplaudía, se emocionaba con cada llegada de Hernández.

Avanzaba el juego y el resto de los equipos robados seguían sin aparecer, el personal de la empresa Avcom trabajaba a medías. Apenas tenían tres cámaras operativas.

Rolando Escobar alimentó el sueño con su gol, el José Antonio Anzoátegui tenía tiempo sin soltar ecos tan sonoros. El pase de Evelio Hernández, próximo villano, fue perfecto y Escobar sólo tuvo que empujar la pelota para el 1-0.

Richard Badillo también despuntó, el lateral tiene bien ganada su titularidad. Impasable por la banda izquierda fue muro de contención para los ataques de Henry Patta y activo importante en los contrataques del Anzoátegui. Badillo complementaba a David Zalzman que tuvo un partido para el olvido, torpe con el balón, fue el primer cambio del Anzoátegui.

Luis Soler, director técnico de la Universidad Católica, vio todo el segundo tiempo agachado, cerca de la línea lateral. Paciente e inmutable gozó cuando José David Moreno le cometió una falta dentro del área a Elvis Patta. El delantero Armando Wila lo cobró perfecto y empató el compromiso. La hazaña de los ecuatorianos era parecida a la de esos equipos que después de un mal partido, de alguna forma se logran imponer.

Evelio Hernández jugó un gran partido, hasta que le tocó cobrar un penal casi al cierra del segundo tiempo. Lo erró, Hernán Galíndez adivinó su intención y atajó. Era el climax de la pesadilla que ya había comenzó a la una de la tarde, que tuvo su momento de miel sobre hojuelas y ya debía culminar, como las malas historias: con un final que hizo trizas a más de uno.

Despertaron

Sí, “despertar” es el verbo preciso para describir lo que le sucedió al Anzoátegui y a sus confundidos aficionados, algunos, durante el final del segundo tiempo, salieron del estadio creyendo que el partido simplemente había quedado en empate. Los jugadores tuvieron que agitar sus brazos para dar a entender que el compromiso se alargaba hasta los penales.

Hernández fue el primero que cobraría por Anzoátegui, su disparo fue al palo derecho. Segundo penal que fallaba en la noche. El DANZ tenía a su Marco Di Vaio. Pateaban los católicos, que se encomendaron a todos sus santos. Facundo Martínez pateó por encima del arco. Volvía a respirar el Anzoátegui.

La tanda coqueteó con los dos equipos, Anzoátegui tuvo en su tercer tirador la posibilidad de ganar, Robert Hernández desaprovechó la oportunidad y también falló. Dos disparos después Armando Wila también erraría su penal. Ya el destino parecía haberle dado chances de sobra a los orientales para seguir escribiendo su historia.

José David Moreno, que cometió el penal que resultaría en el empate de los ecuatorianos, tenía desde los doce pasos una oportunidad de redimirse. Su disparo fue al palo. Mariano  Uglessich anotó el penal definitivo y le dio la victoria a la Universidad Católica.

La afición aplaudió a sus guerreros, que se quedaron atónitos tras verse capaces de tener la gloría en las manos y perderlas por no saber cerrar el partido. Típico de los clubes nacionales.

Otros confundidos no sabían sobre el formato de la competición y esto se dejó escuchar en un autobús:

-Lo que no entiendo es esto… ¿El Anzoátegui ya quedó fuera de la Sudamericana? 

-No sé, pero por el gol average creo que siguen.

Al final del encuentro no se supo si la empresa Avcom logró recuperar todos sus equipos, y ni se sabrá. Los policías del Estado y la Policía Nacional Bolivariana recelosos con la información no compartieron nada. Quedaron como “héroes” esos muchachos que “sabían” dónde estaban los equipos robados.