La joya de la corona
Si bien es probable que la designación del nuevo entrenador de la selección de Venezuela ya esté finiquitada. El hecho de que los dos principales aspirantes criollos al cargo se enfrenten en la final de la temporada 2013-2014 no deja de ser motivo de debate, e incluso, de privilegiar a uno sobre el otro de acuerdo al resultado de los dos juegos que se disputarán.
En el supuesto de que el Zamora F.C se titule, el entrenador Noel Sanvicente tendrá otro argumento más en su hoja de vida para hacerse con el puesto de seleccionador nacional. Tendrá más espacio para negociar sus condiciones de trabajo. Hay que recordar que ya en el año 2008, cuando la Federación Venezolana de Fútbol se decantaba por César Farías como sucesor de Richard Páez, el otrora jugador del Marítimo S.C, era uno de los principales candidatos junto con Carlos Maldonado.
Sanvicente ha mostrado una increíble capacidad de adaptarse a planteles con características muy específicas, y hacerlos competitivos. Sería un cambio de paradigma en el juego de Venezuela, si se concreta su designación como director técnico. La selección vinotinto pasó del juego abierto, vistoso, de posesión y agresivo en el ataque de Richard Páez, a un eficiente, ordenado y físico estilo con César Farías, una especie de “fútbol a la uruguaya”. Después de casi seis años presentando esta forma de jugar, Sanvicente deberá hacer algunos ajustes para que con los jugadores que tendría, elaborar un sistema más ofensivo y vertical.
El otro personaje que lucha por la chaqueta vinotinto es Richard Páez, actual entrenador de Mineros de Guayana F.C. Si el elenco del sur del país se impone al Zamora F.C., el camino para que Páez regrese a la selección venezolana pareciera estar bastante despejado. El entrenador merideño, al igual que Sanvicente, fue internacional con Venezuela, posee una invaluable experiencia en Perú y Colombia, además de un esquema de juego bastante vistoso.
Richard Páez es representante de la escuela colombiana, el estilo de “jugar para divertirse” de Francisco Maturana y Hernán Gómez. El tocar la pelota por todos los lados de la cancha, el desborde por las bandas que sorprende y el no esperar que el rival asuma la batuta del compromiso, son algunas características de un juego que la afición y la prensa extrañan, tal vez porque es una forma que representa la personalidad del jugador venezolano, y del venezolano como tal. El hecho de que con César Farías Venezuela fuera un elenco menos agradable en su fútbol, y que igual, siendo resultadista, no se logrará clasificar a un Mundial, potencian las posibilidades de Páez, más aún si se titula campeón con Mineros. Los involucrados en el balompié criollo podrían volver a considerar la idea de clasificar al Mundial jugando bien.
Tanto Sanvicente como Páez, le dan un matiz diferente a esta final del fútbol venezolano, una final que augura un destino vinotinto para alguno de los dos. Las cosas indican que en Barinas o en Puerto Ordaz, habrá un nuevo director técnico que sustituya a aquél que se quedó con la joya de la corona.