La defensa vinotinto genera preocupación
La defensa vinotinto genera preocupación
Vinotinto

La defensa vinotinto genera preocupación

Juan Méndez
2014-05-07 07:53:21
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Un mal año y decisiones bastante discutibles hacen pensar que estamos ante un retroceso

Si por algo era reconocida la Venezuela del ciclo de César Farías, era por su orden táctico en la retaguardia, cualidad que le valió para ser elogiada a lo largo del continente por algunos de los entrenadores con más solera en el mundo del fútbol. Gran parte del éxito alcanzado en la Copa América de Argentina 2011 estuvo fundamentado en esa línea defensiva a la que fueron sumándose nombres con el transcurrir de las eliminatorias sudamericanas al Mundial. Incluso, a pesar de no clasificar a la máxima cita del balompié, la Vinotinto culminó su participación en las eliminatorias mundialistas siendo la cuarta defensa menos goleada. Eso, en la eliminatoria más difícil del planeta, no es cualquier cosa; y es algo para destacar.

La defensa de la selección, hasta hace poco, podía ser recitada de memoria: Rosales, Vizcarrondo, Amorebieta y Gabriel Cïchero. Cuando estos no estaban presentes, jugadores como Grenddy Perozo, Alexánder González, Andrés Túñez, Rolf Feltscher y, en ocasiones, Franklin Lucena, tomaban el relevo. Un universo de nueve futbolistas, en teoría, suficientes para asumir la misión de desactivar cualquier ataque del rival de turno. La situación ha cambiado. Muchos de los mencionados unas líneas más arriba no pasan por su mejor momento futbolístico, con las claras excepciones de Oswaldo Vizcarrondo, Roberto Rosales y Alexánder González. Pero hay otros que ni siquiera juegan. Y las alternativas son pocas.

De ser uno de los defensas con mejor proyección a nivel mundial, a Fernando Amorebieta le ha tocado esta temporada probar el amargo sabor de perder la categoría con su club. El Fulham consumó hace unos días su descenso a la Championship (segunda división de Inglaterra) en el primer año de Amorebieta en el equipo, donde no pudo consolidarse como un central indiscutible, en parte gracias a las lesiones que lo vienen persiguiendo desde hace algún tiempo. A Fernando le restan tres años de contrato en la escuadra inglesa, y deberá decidir si quiere quedarse en Londres o probar suerte en otra parte.

Como a Amorebieta, a Grenddy Perozo también le tocó vivir de cerca el drama del descenso. Fue una temporada agridulce para el zuliano, que jugó una buena cantidad de minutos en la élite francesa, pero que, aun así, nada pudo hacer para evitar que el Ajaccio regresara a la Ligue 2. Existen casos aún más dramáticos, como los de Gabriel Cíchero y Rolf Feltscher quienes, entre lesiones y la poca confianza de sus respectivos técnicos, apenas juegan. Y, como si no fuera suficiente, aparecen casos como el de Andrés Túñez, un central de 27 años con una dilatada carrera en el fútbol español que prefiere marcharse a Tailandia (sí, Tailandia) antes que buscarse la vida en alguna liga más competitiva, autoexcluyéndose de manera automática de cualquier convocatoria futura de la selección.

Indudablemente estamos en presencia de un retroceso. La competitividad a la que algunos defensas criollos se han visto sometidos esta temporada -en algunos casos- ha sido casi nula, y la zafra siguiente no promete mucho, con un paso atrás importante cualitativamente hablando para algunos de ellos. Si sumamos a esto la poca alternativa existente en la selección en puestos como el de lateral izquierdo, por ejemplo, la situación es para preocuparse. Tampoco invita al optimismo la ausencia de un seleccionador que vaya encargándose de buscar soluciones y de planificar una estructura sobre la cual se cimenten las bases de los próximos años. De momento, lo único seguro es la incertidumbre.