Zamora estuvo a segundos de asaltar el campín

No contentos con sumar sus primeros puntos en Copa Libertadores la semana pasada ante Independiente Santa Fe en Barinas, Zamora viajó a Bogotá con la intención de asegurar por lo menos un punto que los mantuviera en carrera por adueñarse de la segunda plaza del grupo 3, esa que les permitiría colarse a los octavos de final. Y por poco se regresan a tierras llaneras con una inesperada victoria bajo el brazo.

El fútbol, como muchas veces habrán podido leer y escuchar, es un estado de ánimo, cosa que Santa Fe y Zamora dejaron patente la noche de este martes. Duramente criticados en su país, los colombianos saltaron al Campín con la confianza que les daba haber ganado en la última fecha de la Liga Postobon, donde no están cumpliendo las grandes expectativas levantadas a principios de temporada. La afición cardenal acusa a su equipo de jugar a nada, sin ideas y sin disposición. Una victoria era fundamental para calmar las aguas.

Mientras al cuadro bogotano le tocaba lidiar con la presión propia de un equipo grande, Zamora llegaba al partido con todo por jugarse, sabiendo que apenas en la jornada pasada pudo marcar sus primeros goles en la historia de la Libertadores y que, de ahora en adelante, ya rota esa barrera psicológica, podían comenzar a ver el torneo con otros ojos. Y así fue. A pesar de que comenzaron por debajo en el marcador por culpa de un gol del argentino Omar Pérez, los muchachos de Noel Sanvicente mantuvieron la calma, lograron serenarse y consiguieron premio al 45+3' gracias a Juan Falcón que, con un cabezazo tras la salida de un córner ejecutado por Luis Vargas, empató el marcador.

El juego era emotivo, pero estaba lejos de resolverse. Santa Fe se fue ahogando en sus propios errores y volvió a encontrarse con los nubarrones, con el desespero que se apoderaba de sus jugadores y que transformaba sus virtudes en errores e imprecisiones. En esa angustia, al 73', llegó el segundo tanto de Falcón, un trallazo cruzado desde la derecha del área grande ante el que nada pudo hacer Camilo Vargas. El delantero venezolano, que pide Vinotinto a gritos, llegó a tres goles en esta edición de la Copa Libertadores.

Con los tres puntos en la bolsa, 'Chita' Sanvicente tomó una decisión que pocas veces le veremos repetir: renunció al ataque como método de control del devenir del partido y prefirió replegarse y aguantar hasta el pitazo final. Esta vez le salió mal. Con un Santa Fe urgido que no se podía permitir caer en casa, y menos ante un equipo venezolano, Zamora fue obligado a retroceder más de la cuenta y fue asediado hasta que Omar Pérez empató las acciones con un disparo desde fuera del área que se desvió en un defensa blanquinegro.

Y así murió el partido. Santa Fe, cabizbajo, comprometió su clasificación a octavos, mientra que Zamora consiguió un punto que los mantiene vivos en la lucha por trascender en esta Libertadores. Si siguen en la línea ascendente que mostraron este martes, los muchachos de 'Chita' Sanvicente podrían dar la sorpresa.

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