Es ahora o nunca. Los colosos de sorte, comandados por Gustavo Romanello deben levantar cabeza y empezar a sumar de a tres si desean seguir disputando la primera división del fútbol nacional venezolano, si no el equipo san felipeño se verá sumergido en la división de plata.
Se mantiene la agonía. Yaracuyanos sumó tres puntos en sus primeros cinco partidos, complicando aún más su estadía dentro de la primera división del fútbol nacional venezolano.
El equipo san felipeño deberá disputar 12 finales, 36 puntos en datos estadísticos, donde por lo menos, necesita sumar 21 unidades para estar aún con esperanzas para evadir el descenso. En ese contexto, debe recibir a rivales complicados como Tucanes de Amazonas, Trujillanos y Carabobo FC en San Felipe, mientras que le toca visitar la casa del Caracas FC, Deportivo Anzoátegui, Atlético Venezuela, Mineros de Guayana y Aragua, conjuntos ubicados en la zona alta de la tabla, reflejando el difícil calendario que deberá afrontar en una situación comprometida.
Si bien es cierto que la llegada de Gustavo Romanello en el mes de noviembre al banquillo de Yaracuyanos ha mostrado una mejora del equipo en cuanto al futbol que ha mostrado, la institución sigue padeciendo problemas defensivos e inconvenientes para manejar los partidos, cuando ha tenido que ir adelante en el marcador. Ante Zamora, Petare y Estudiantes picó adelante, mientras que retando a Lara y Táchira le tocó venir desde atrás. Contra el equipo de barinas, empató a uno, ante Petare, cayó 2 – 4 en casa cuando iba ganando, ante Estudiantes, igualó dramáticamente en la postrimería del partido, ante Táchira, recibió dos goles en cinco minutos y, finalmente, ante Lara, se vio afectado desde la pelota parada.
Una de las cosas que se le criticó a esta institución fue la falta de dirección frente al arco, convirtió 15 goles en 17 partidos. En el torneo clausura, ha anotado en siete oportunidades dentro de cinco partidos efectuados. Sin embargo, uno de los grandes dolores de cabeza ha sido los goles encajados, reflejando once anotaciones en contra en la misma cantidad de cotejos realizados, reflejando un desequilibrio en ese ámbito.
Ahora bien, no todo es color negro dentro de los Colosos de Sorte. La juventud de Eduard Bello y Angel Nieves –goleador junto a Habynson Escobar– ha hecho que los ánimos sean otros en San Felipe. Los goles de Escobar han calmado las aguas. Igualmente, Johan Moreno ha mostrado una mejoría en su juego, no obstante, el ex Vigía ha estado en búsqueda de un socio para controlar los tiempos en el equipo. En su momento fue Yeferson Velazco, aunque el andino ha padecido de problemas en el aductor, contexto que lo ha imposibilitado jugar los partidos recientes. Orangel Carrero, nueva incorporación del equipo, proveniente del Zulia FC en papeles parecía que iba a cumplir ese rol, aunque, no ha logrado asociarse correctamente con Moreno.
Igualmente, el regreso de Gilber Guerra le da tranquilidad al equipo, pero el oriundo de Portuguesa no se encuentra en su mejor condición, deberá acudir al trabajo si quiere aportarle mayor volumen de juego y profundidad al equipo. Finalmente, en la línea defensiva la inclusión de Ederson Penagos ha mostrado una tranquilidad en la zona derecha junto a la evolución de Ernesto Zerpa en su juego como último hombre.
Yaracuyanos tiene elementos para batallar hasta el final. Por ahí se observa como una plantilla corta, modesta, limitada y encaminada. Le tocará bailar y feo, aunque, necesita reaccionar y que sus elementos abran nuevamente sus ojos, si el equipo espera mantenerse en primera. La solución: Sumar victorias. El mismo Romanello ha dicho: “En lo emocional estamos bien y en lo psicológico también, hay que seguir trabajando”. Veremos que pasa…