Importancia de la charla de medio tiempo
Importancia de la charla de medio tiempo
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Importancia de la charla de medio tiempo

Daniel de Oliveira
2014-01-29 17:02:54
1.445

Quince minutos de charla pueden ser la diferencia del partido.

Siempre nos hemos preguntado qué se debe hacer, decir, y analizar durante los medios tiempos (descanso).  La Charla de Medio Tiempo sirve para implementar diferentes objetivos generales y específicos.  Para los jugadores, se presenta la oportunidad de crear un ambiente de regeneración física y descanso, mientras que para el entrenador puede ser una herramienta que ayude a orientar el grupo constructivamente para el segundo tiempo.

Las dificultades que encontramos para realizar la charla de medio tiempo son muchas, y como entrenadores debemos ser objetivos, consistentes y analíticos. Entre las más importantes se encuentra el tiempo de charla, la cual es corta y limitado, y la información manejada ha de ser rápida y específica. Otra pudiera ser el índice de motivación de acuerdo al resultado del primer tiempo, y la necesidad de ofrecer cambios que ayuden a evolucionar el juego del equipo. Estas dificultades implican conocer las personalidades de los jugadores, niveles de retención, y la correcta metodología de la difusión de información, haciendo énfasis en correcciones colectivas e individuales. Por último, la adecuada toma de decisiones para hacer los ajustes deseados.

Para algunos jugadores, las críticas, inclusive constructivas, pueden que resulten ser muy difíciles de aceptar, y es ahí donde el entrenador debe aplicar todo el conocimiento educacional, psicológico y neurolingüístico para canalizar todas las personalidades sin desviar los objetivos.  Por consiguiente, se debe actuar como un director de orquesta y no como un mago: el director de orquesta es simple y objetivo, mientras el mago es complejo e indescifrable.  Mucha información al mismo tiempo es un arma de doble filo.  Esto podría bloquear y desviar las funciones específicas de cada jugador, y en consecuencia los objetivos no se cumplen. En cambio, poca información pero consistente evita las confusiones y permite satisfactoriamente el desarrollo del grupo.

El experimentado profesor y entrenador uruguayo Gustavo Ferrin afirma que a nivel comunicacional existe un estado presente y un estado deseado. El uso de los recursos comunicacionales adecuados nos permite llegar con más claridad a cada jugador, y por consiguiente al grupo. Debemos entender que cada jugador tiene un estado visible y no visible que dependerá de la fisiología y sus procesos mentales. Cómo podemos llegar a influir en ellos dependerá de nuestros gestos, tono de voz, posturas corporales y expresiones. Es cuestión de calibrar y prestar atención a las señales que nos envían los jugadores tales como su respiración, gestos y miradas. Es buscar una relación entre la sintonía y la empatía. Veamos algunas recomendaciones generales de comunicación entrenador-jugador-grupo:

 

  1. Los objetivos deben ser enunciados en forma positiva.
  2. Se debe tomar parte activa, tenerlo bajo control.
  3. Ponerse el límite de tiempo para cumplirlo.
  4. El objetivo debe ser de un tamaño adecuado.
  5. Debe motivar.

 

En una encuesta realizada a 330 entrenadores de diferentes nacionalidades, el 95,15 % (314) de ellos consideró Importante la charla de medio tiempo, mientras que tan solo el 4,84 % (16) se declararon escépticos. Esto demuestra que la gran mayoría de los entrenadores utilizan dicho espacio como una herramienta de ayuda. Ahora bien, debemos plantear objetivos y en orden de importancia tales como:

 

  1. Descanso y regeneración física y psicológica (5 min)
  2. Debate constructivo entre jugadores (2 min)
  3. Instrucción táctica colectiva (5 min)
  4. Instrucción táctica individual específica (2 min)
  5. Impacto motivacional (1 min)

 

Sin duda alguna todas son importantes, pero una más que otra, en especial el descanso y la regeneración.  Ahora, analicemos cuales podrían ser las recomendaciones específicas que debemos aplicar para intentar cumplir los objetivos de juego:

 

  • Manejar bien la cantidad de información.  Mucha, puede ser perjudicial. Poca puede que no sea suficiente.
  • El entrenador debe analizar, recolectar y organizar las ideas que expresará a los jugadores, teniendo en cuenta un orden cronológico o posicional.
  • Asegurarse bien de que los jugadores entendieron las instrucciones antes de salir al campo.  Los jugadores infantiles tienden a olvidarse de casi todo debido a factores externos (manejar muy bien los conceptos de neurolingüística).  Es imprescindible prestar atención a la habilidad de retención del jugador.  Hay jugadores muy inquietos que necesitan instrucción individual y precisa. Usar el contacto visual con el jugador en cuestión. Hoy en día existen herramientas tecnológicas que permiten al jugador entender con más claridad un ajuste.
  • Se recomienda un tono de voz constantemente.  Aunque existen momentos donde un tono de voz alto puede ser preciso, y un tono bajo podría ser muy práctico. Todo dependerá del momento, necesidades y estado de ánimo del grupo.
  • Crear un ambiente de confianza y optimismo sin importar el resultado. En algunos casos, inclusive a sabiendas de que el equipo contrario es mejor.
  • No hablar de inmediato, ya que lo más importante es dar un tiempo para la regeneración y el descanso.
  • No asignar planteamientos tácticos complejos a menos que el entrenador este consciente de que sus jugadores lo entenderán.  De todas formas, es necesario ser simple y preciso.
  • Evitar las discusiones entre jugadores. Solo si es conveniente, permitir el debate positivo y constructivo.
  • Evitar las imitaciones negativas, y el lenguaje ofensivo. No usar sobrenombres o comparaciones que desmotiven al jugador o grupo.
  • Limitarse a corregir lo necesario y lógico. Por ejemplo, si un jugador no es cabeceador innato para jugadas de córner, evitar corregir la forma de ejecución del mismo en ese momento y simplemente comunicarle que no se posicione en el área de cabeceo, colocándolo en otro lugar donde sea más útil.
  • Evitar la interferencia de directivos, representantes u otro tipo de persona que no forme parte del cuerpo técnico del equipo. El jugador y cuerpo técnico necesitan su espacio.