El objetivo es llegar vivos a Buenos Aires

Parten como víctimas; no son en absoluto favoritos. Cuando el sorteo del pasado diciembre deparó que Lanús y Caracas debían enfrentarse por un cupo en la Copa Libertadores 2014, fue evidente a qué delegación le cayó mejor la noticia. Sí, adivinaron: a la del cuadro granate.

Y es que, complejos de inferioridad y ránkings aparte, el equipo argentino ha sido uno de los conjuntos más en forma del continente en los últimos meses. A la consecución de la Copa Sudamericana hace poco más de un mes ante Ponte Preta, hay que sumar que casi logran quedarse con el Torneo Inicial de Argentina, trofeo que perdieron en la última jornada y que fue a parar a las manos de San Lorenzo de Almagro.

El panorama no mejora para el Caracas si atendemos a su evolución en lo que llevamos de año. No están enteros físicamente, y ello influye notablemente –para mal– en la asociación, la dinámica y el juego colectivo. Los avileños, conscientes de sus limitaciones, deben mantener el orden, la concentración y la disciplina, y aprovechar al arma más mortífera de la que han hecho gala a lo largo de la temporada: el balón parado. En una serie a doble partido y en un torneo como la Libertadores, cualquier error se paga con la eliminación.

Hay un precedente que invita al optimismo: Estas dos escuadras ya midieron fuerzas en la Copa Libertadores 2009, con resultados favorables para el Caracas FC. En Argentina lograron empatar a un gol; en el Estadio Olímpico de la UCV, superaron 3-1 a los granates con goles de José Manuel Rey, Darío Figueroa y Rafael Castellín, hoy todos fuera del club.

Aunque viene de golear a Tigre en un partido amistoso disputado en su país, Lanús aún no ha jugado ningún partido oficial y, en teoría, llegará al partido de este jueves con menos ritmo de competición que su rival. Otro punto para el Caracas (al menos hipotéticamente). Guillermo Barros Schelotto, que pidió en rueda de prensa “no subestimar al rival”, podrá contar con la mayoría de sus piezas excepto Lucas Melano y Matías Martínez, que se recuperan de distintas dolencias. Caracas, por otra parte, tiene la duda de si Rafael Lobo ya se encuentra totalmente curado de su lesión.

No es imposible ganarle o empatarle a Lanús, ni mucho menos. Pero sí sumamente difícil. Lo principal para Eduardo Saragó será no perder de vista que es un partido de 180 minutos. Mantener la concentración durante todo el partido y aprovechar las ocasiones que se presenten será clave para no viajar desahuciados a Buenos Aires.