La promoción y permanencia: el desafío de los olvidados
Se pone de nuevo en marcha el sueño de los equipos chicos de venezuela
Para el venidero domingo 26 de enero está programado el inicio del torneo de Promoción y Permanencia a la Segunda División del fútbol profesional venezolano. Se abre el telón para una obra de arte que es protagonizada por 24 equipos que comienzan a soñar con poder estar un peldaño más cerca de la primera categoría. Se hecha a andar un torneo donde los ojos de los grandes equipos con sus técnicos incluidos deberían estar puestos, pues es en este campeonato donde están las generaciones de relevo de clubes y de selecciones en nuestro país. Sin embargo esa no es la dulce realidad, por el contrario este torneo no cuenta con el respaldo de equipos grandes, no goza del espacio necesario en los grandes diarios especializados en deportes, y, mucho menos con minutos en programas de radio y televisión de las grandes cadenas televisivas y radiales de Venezuela. A esta instancia solo los medios locales y algunos de Internet le brindan un espacio acorde a su importancia.
Desafortunadamente, para esas cadenas y periódicos la categoría de Promoción y Permanecía no representa ventas ni ingresos a sus arcas, solo la Primera División es bien comercializada.
Esta es una guerra sin cuartel en la que la mayoría de las veces se impone el que mejor poder adquisitivo posee. Estos equipos no tienen ningún incentivo económico por parte de la FVF ni de las empresas patrocinadoras de los torneos en el país; mientras que, por otro lado, deben desembolsar una elevada cuota de inscripción y preparar un gasto enorme para la planificación de los viajes, hospedajes, alimentación y muchas cosas más genralmente costeada por algún empresario, alcaldía u gobernación.
Son muchas las interrogantes que surgen cuando se habla de las divisiones inferiores del balompié venezolano, ¿por qué al equipo campeón de cada grupo de la tercera no se le entrega un reconocimiento por la FVF?, ¿por qué los máximos artilleros no son tomados en cuenta?, ¿por qué la FVF no exige dentro de los convenios o contratos establecidos con los grandes medios nacionales que se le dé cobertura a un encuentro semanal de la Segunda y Tercera División como lo hacen las televisoras mexicanas?, por mencionar algunas de las tantas preguntas que a diario son hechas por los aficionados que sueñan con poder lograr ver a su equipo en las noticias o transmisiones de todo el país.
En el caso de los seleccionadores nacionales de la categorías sub-20 y de mayores, solo se concentran en visitar las grandes ciudades del país, marginando a los miles de jóvenes jugadores con mucha calidad futbolística que hacen vida activa en equipos de la provincia o del interior, esos que se convierten en goleadores de Tercera, que son grandes figuras en su categoría pero que son olvidados e ignorados.
Vestir la camiseta vinotinto fue el sueño de muchos grandes, William Méndez, Sergio “el Pollo” Hernández, Juan Fernando Arango, Rafael Dudamel, Jesús “el chiqui” Meza y ellos gracias al apoyo de algunos medios de comunicación de sus ciudades y principalmente por su calidad lo lograron, ¿por qué no permitir que esos muchachos de los pequeños pueblos tengan esa misma oportunidad?
Otra situación que complica enormemente la continuidad de estos equipos modestos es la distribución que hace la FVF de los grupos al colocar al Real Anzoátegui en el grupo central lo que lo obliga a viajar desde Puerto La Cruz hasta Barinas, Socopo, Barquisimeto y Valencia, situación que repercute en el bolsillo de quien se encarga de las arcas de este equipo, así mismo se pone el ejemplo de JBL Zulia, equipo que desde Maracaibo deberá emprender viaje a San Cristobal, San Antonio, Ureña, Mérida y Santa Bárbara de Barinas. Son viajes que representan gasto de transporte, hospedaje y alimentación. Son cosas que se deben mejorar para llegar a consolidar estas divisiones y evitar la deserción de tantos equipos que en un año participan y por los grandes problemas financieros desaparecen.