Caracas avanza a octavos de final sin sobresaltos

Había que corregir. Luego de empatar sin goles en el partido de ida ante el UCV FC, el Caracas necesitaba una victoria para espantar cualquier atisbo de incertidumbre.

Eduardo Saragó se jugaba su primer match-ball, y lo sabía. Esta vez no optó por dejar fuera de la convocatoria a Javier Guarino y a Roberto Tucker, como sí lo hizo en el partido de ida. El entrenador caraqueño necesitaba de hombres de experiencia para evitar cualquier susto en una llave que se complicó más de lo previsto. Y con él, Roberto Armúa. El volante argentino se está convirtiendo en pieza clave para el esquema de Saragó, abasteciendo de pelotas al trío de atacantes de turno.

Precisamente de Armúa nacería el primer gol del partido. Antes de cumplirse los primeros veinte minutos, un tiro libre del nacido en Capital Federal encontró la cabeza de Jefre Vargas, cuyo remate superó sin problemas a Alejandro Rivas, guardameta de la UCV. Merecido premio para el lateral derecho, otro de los que goza de la absoluta confianza del cuerpo técnico.

No conforme con haber anotado, Vargas rompía las cadenas tácticas propias de su demarcación y con insistencia pasaba al ataque. En una de esas idas y venidas, un centro suyo fue mal despejado por Rivas, que le dejó el balón servido a Daniel Febles, para que éste solo tuviera que empujarla al fondo de la red. Primeros minutos de la temporada, y primer gol para Febles,  que actuó todo el partido como extremo izquierdo.

Los locales tuvieron en sus botas hasta dos ocasiones más para ampliar el marcador, pero no estuvieron atinados. Y no lo necesitaron. Nunca dio la sensación de que la UCV pudiera poner en peligro una eliminatoria que alargó su desenlace más de la cuenta.