El sueño vinotinto cada día es más profundo

En un partido cargado de gran expectativa e ilusión la selección nacional de nuestro país cayo derrotada 3 goles por 0 ante su par de Chile por la eliminatoria suramericana rumbo al mundial de Brasil 2014. En un estadio nacional copado y un ambiente fútbolero espectacular los dirigidos por César Farías cayeron en un mar de imprecisiones y distracciones, en un primer tiempo para el olvido y lejos el más irregular de toda la eliminatoria mundialista.

Chile con inteligencia, vértigo e inteligencia logro desinflar de la mejor manera el funcionamiento nacional y abrió desde muy temprano el marcador a los 11 minutos por intermedio de Vargas al dejar regado en el camino a Grendi Perozo y girando sobre su eje logra vencer la valla vinotinto, pararon los minutos y nunca llego la reacción de los llaneros ante los australes que por el contrario subió la intensidad y atropello a los de Farías, para poner a los 30 minutos el 2 por 0 en una acción de Marcos González que demostró de nuevo la gran distracción nacional y luego de un atajadon de Hernández se pierde la marca y   Chile aprovecha para ampliar el marcador.  Los vinotintos que no encontraron nunca una sociedad clara entre los principales protagonistas de la selección venezolana Juan Fernando Arango y César maestrico González quienes pasaron desasociados durante los 90 minutos del encuentro.

La segunda mitad intentó llenar de esperanzas a los venezolanos y fueron a buscar la puerta defendida por Bravo demostrando con Alexander González por izquierda que esa era la filosofía a manejar durante el cotejo pero nunca logro cristalizar las muy pocas opciones creadas y el transcurrir de los minutos fue diluyendo el empuje nacional y el desgaste le paso factura a la vinotinto. Pese a las constantes intenciones de los visitantes, el equipo de la estrella solitaria volvió a aprovechar distracción de los llaneros para qué Alexis Sánchez habilitara a Arturo Vidal para que a los agónicos 85 minutos marcara el 3 por 0 definitivo y profundizar así aún más el sueño vinotinto que ahora se profundiza y sólo depende de factores externos y de los demás para consagrar la hazaña que tanto ha esperado el pueblo de Venezuela. Ahora la esperanza esta durmiendo profundamente en espera que los valientes guerreros venezolanos la logren despertar.