David venció a Goliat vestido de portero
David venció a Goliat vestido de portero
Internacional

David venció a Goliat vestido de portero

Juan Pablo Chourio
2017-03-04 22:34:16
52

La figura del arquero fue protagonista en los resultados que obtuvieron Atlético Venezuela, DANZ y Caracas por Sudamericana. Dos victorias y un empate representan el mejor arranque para equipos criollos

Durante los primeros partidos de la infancia, escribió Juan Villoro, “casi siempre los niños desean ser goleadores. Corresponde a los gordos, los muy altos, los lentos o los raros resignarse al puesto que obliga a tirarse y maltratar la ropa en el patio del colegio”. Cuando un delantero erra un gol, se corresponde con un aliento tanto de la grada como del compañero; sin embargo, si un portero no evita una anotación, sin importar el esfuerzo que haga, el lamento, y a veces la reprobación, se cantan al unísono. La posición de arquero es la menos valorada y también la más solitaria.

Las victorias deportivas se disfrutan más cuando la cuota de esfuerzo es mayor, y cuando el resultado es inesperado. Es por ello que los triunfos de Deportivo Anzoátegui y Atlético Venezuela; y el empate del Caracas en la Conmebol Sudamericana causan mayor alegría: en la contienda internacional, los venezolanos siempre son David.

A pesar de que las condiciones y desarrollos de los tres compromisos tuvieron una secuencia distinta, hubo un personaje, que con características similares; pero representado por otro actor, destacó por igual en Puerto La Cruz, Santiago y Asunción. Jesús Briceño, Beycker Velásquez y Wuilker Fariñez fueron los guardametas menores de 20 años que cautivaron la atención.

No siempre un equipo debe afrontar un bombardeo para que la figura del arquero resalte, a veces basta con atajar una pelota para darle el impulso suficiente a la escuadra para continuar. Así sucedió en el Estadio José Antonio Anzoátegui, pues instantes antes del gol de Charlis Oritz, Beycker Velásquez detuvo un disparó del argentino Mariano González. Cuando le preguntaron en la entrevista postpartido con cuál atajada se quedaba, eligió la primera por el efecto positivo que tuvo en la oncena.

El marcado 3-0 sobre Huracán resultó ser una demostración de contundencia, producto de un plan ejecutado a la perfección (presión en zona dos y tres) que pudo capitalizar los errores del defensor Lucas Sosa, pues fue él el mayor responsable en los tres goles que anotó el Deportivo Anzoátegui. Al finalizar el partido, el mediocampista argentino Patricio Toranzo reconoció la superioridad del rival y la labor de Beycker: “Tuvimos muchas posibilidades en el segundo tiempo, pero la verdad es que el arquero atajó todo”.

Beycker arribó esta temporada a Puerto La Cruz tras cumplir los ciclos formativos en el Caracas Fútbol Club y jugar con el Estudiantes capitalino, en el ínterin, disputó un Mundial Sub-17 en 2013 que lo daría a conocer. Con el lastre de no poder adjudicarse la portería del rojo por culpa de Alain Baroja y la irrupción de Wuilker Fariñez, el mundialista abandonó la Cota 905 y continuó su camino.

Wuilker (Caracas, 1998) pertenece a una cohorte menor que la de Beycker (1996); sin embargo, empezó a tener cierto revuelo mediático incluso un año antes de que su colega disputara el Mundial en Emiratos Árabes, pues el oriundo de Catia fue seleccionado para asistir al campamento Harina PAN del Real Madrid en 2012. Tres años después de que conoció el Santiago Bernabéu, Fariñez entró en la lista final de convocados para disputar la Copa América 2015 ante la sorpresa de la opinión pública.

Su labor bajo los tres palos en Defensores del Chaco versus Cerro Porteño ayudó a que Caracas consiguiera un empate valioso. El colectivo tuvo un primer tiempo decadente y solo empezó a asentarse en la cancha luego de que el paraguayo Nelson Haedo Valdez abandonó el terreno por lesión. Cuando inició la segunda mitad, derrota parcial 1-0 gracias a Fariñez, se encuentran con un penal al minuto 67 y el partido terminó empatado. Sin el acierto del guardameta, el desenlace hubiese sido distinto.

A diferencia de la nimia experiencia de los mencionados anteriormente, Jesús Briceño, de 18 años, disputaba en el Estadio Nacional de Santiago su segundo partido como profesional en el debut del Atlético Venezuela en el escenario internacional. Palestino dominó la pelota pero nunca el partido. Trasladaba el balón en zonas inofensivas y cuando se acercó al arco nacional, se topó con Briceño. Aunque tuvo algunos despistes, pudo reaccionar bien cuando generó rebotes: la fortuna es buena amiga de los principiantes.

La jornada fue especial, nunca antes se habían juntado los David criollos para golpear a Goliat en la misma semana.