Con traje de gala para el concierto internacional
Con traje de gala para el concierto internacional
Internacional

Con traje de gala para el concierto internacional

Juan Pablo Chourio
2017-02-27 09:35:31
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Atlético Venezuela jugará el miércoles contra Palestino de Chile su primer partido fuera país. El equipo asiste previendo todos los detalles, incluso se compró ropa nueva

Vestido con traje de gala y con la sonrisa genuina de quien asiste a su primera fiesta sin sus padres, Atlético Venezuela salió de casa sabiendo que consiguió por sus propios medios un boleto para la CONMEBOL Sudamericana. Nadie le regaló puntos ni le cayó un cupo de la nada. Firmó su mejor torneo desde que se fundó y estuvo a un gol de empatar la serie semifinal ante el subcampeón Deportivo Táchira.

Cuando se anunció la contratación del español Alex Pallarés como director técnico, la opinión pública pensó que era un trotamundos más que arribó a Venezuela a buscar el dinero que les gusta gastar a algunos directivos criollos. Al final del semestre resultó ser un entrenador que no menospreciaría una derrota incluso después de obtener una clasificación gracias al resultado global. Su salida de la institución se debió a razones personales: la inestabilidad del país juega en contra de la calidad de vida.

La historia del Atlético Venezuela tiene un antes y un después de aquella derrota 10-0 ante Deportivo Anzoátegui en 2011. La nueva tripulación de la escuadra nacional tras la catástrofe se empeñó en borrar aquel episodio. Si bien el hecho no es fácil de olvidar, sirvió como punto de comparación para los progresos posteriores: sueldos al día, cancha de entrenamiento y autobús propio.

La oncena azul se convirtió con el tiempo en el resultado de buenas decisiones. Sin embargo, la realidad deportiva no acompañaba al trabajo gerencial. El estratega José Hernández fue quien se encargó del equipo por cuatro años: su escuadra era de clase media hasta 2015, cuando inmerso en malos resultados tuvo que recurrir a un sustituto. Manuel Plasencia evitó el descenso e inició 2016 con las mejores figuras que había tenido el conjunto jamás: los recién llegados Giancarlos Maldonado, Daniel Arismendi, Jonathan España, Layneker Zafra; los extranjeros Diego Jara, Leonel Ríos y Santiago Fosgt; y los que se mantenían en las filas del club Diego Guerrero, Daniel Valdés y Yangel Herrera hacían pensar en un equipo que debía estar el octogonal final.

La inversión para el Apertura 2016 tampoco dio frutos. Plasencia abandonó el cargo y en el seno del equipo había más dudas que certezas tras quedar a un puesto de la zona de descenso. En ese contexto arribó Pallarés. Con una oncena más modesta que la del semestre anterior, la única misión era mantener la categoría. El español consiguió idear un sistema de trabajo propicio para los intérpretes que disponía. Mantuvo un mediocampo compacto, una defensa férrea (la segunda mejor) y potenció la capacidad goleadora de Joel Infante, Anthony Uribe y “Cafu” Arismendi.

Al compromiso del miércoles contra Palestino de Chile los protagonistas serán otros; sin embargo, cada uno de los que ingrese al campo representará un trabajo por casi seis años que saneó y limpió el nombre de la institución. La fiesta no será de segunda, ni la pista de baile un piso sin pulir, por lo que vestirse con el mejor traje cumple con el código de vestimenta para la gran cita.