Cermeño tuvo que partir
Luego de una negociación áspera entre el club y el agente de Carlos Cermeño, el volante zurdo jugará en el FC Dallas de la MLS
“Él es un ocho, sube y baja, es un mediocampista zurdo box to box. Es joven, pero tiene experiencia en Libertadores”, comentó Fernando Clavijo, técnico de FC Dallas de la MLS, sobre la nueva incorporación del equipo: Carlos Cermeño.
Como volante de primera línea del Deportivo Táchira manejó los tiempos, tuvo precisión con los pases y recuperó balones. Carlos Cermeño se convirtió durante 2016 en pieza fundamental en las formaciones del estratega Carlos Maldonado. Su debut con la Vinotinto en marzo del pasado año contra Perú era la recompensa lógica por su ascenso en la élite del fútbol venezolano.
La hora de partir
Cada vez es más frecuente la migración temprana dentro del balompié nacional, algunos despuntan como Adalberto Peñaranda en su primera temporada en el Granada FC, otros tienen un proceso de adaptación más complicado como Yanowsky Reyes. La relación entre un club sudamericano y los jugadores casi siempre es efímera: más tardará en desarrollarse y ganarse los aplausos, que en recibir ofertas por clubes internacionales. Aunado al apetito por devorarse al mundo, los futbolistas, agentes y organizaciones suelen ser seducidos por la cifra en verdes que ofrecen las escuadras.
Carlos Cermeño quería irse, probar en el extranjero era una necesidad. Viajar para buscar mayor competencia lo seducía. Táchira pensaba disponer de los servicios de este zurdo nacido en Monagas, parecía no estar interesado en la ruptura de relaciones por el momento; sin embargo, todo estaba decidido: en el entorno de Cermeño, jugar dentro de Venezuela en 2017 no era el objetivo.
Si el aurinegro no lo permitía, él iba a usar todos los recursos disponibles: el 18 de enero envió una notificación a las oficinas del Deportivo Táchira para rescindir su contrato (expiraba en 2019). La demanda no fue bien recibida y el agente de Cermeño, Daniel Yamin, fue declarado persona no grata mientras que al volante lo enviaron a entrenar con el filial.
“Los contratos están para cumplirse, y no se cumplen cuando hay una causa justa para romperlo. Por ejemplo, cuando no te pagan tres meses de salario. Cermeño no tiene causa justa para rescindirlo y en teoría debería cumplirlo”, comentó a Meridiano el abogado en derecho deportivo Antonio Quintero.
Turbia y poco cordial la negociación, el volante logró su cometido: jugará en el exterior cedido por seis meses en FC Dallas. Dejando a un lado la melancolía por irse por la puerta del fondo, “Carlos está muy feliz”.