La nostalgia del pasado vs la crisis del presente
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La nostalgia del pasado vs la crisis del presente

Juan Pablo Chourio
2016-07-31 16:50:43
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Estudiantes de Mérida se fundó en 1971 y, a los pocos meses, salieron campeones de la Copa Venezuela. El pasado glorioso del Académico difiere con la precaria realidad que está llena de problemas económicos y deportivos. ¿Le gustaría a los hinchas volver a la época dorada?

Medianoche en París es un filme que escenifica la creencia popular cualquier tiempo pasado fue mejor que el que vivimos. Y es que el protagonista, interpretado por Owen Wilson, está contento con haber regresado a 1920, época de Ernest Hemingway, Salvador Dalí y Pablo Picasso; mientras que Adriana –Marion Cotillard–  desea estar a finales de siglo XIX, en la Belle Époque. Durante el largometraje se observa que los personajes sufren el complejo de la Edad de Oro, que no es más que el temor de enfrentarse al presente.

Estudiantes de Mérida es uno de los equipos, junto a Portuguesa, que tienen en su haber ser las organizaciones futboleras de mayor tradición en nuestro país. El cuadro andino, a pesar de tener escasez de títulos y medallas en tiempos recientes, es emblema merideño y del fútbol nacional. No es casualidad que en el cuento “Relato de un utilero” de Roberto Fontanarrosa, quien en vida fue escritor y ferviente hincha de Rosario Central, mencione a la oncena académica. Los años de clandestinidad y ostracismo del futbol nacional fueron los años de Estudiantes: dos campeonatos nacionales (1980 y 1985), tres copas Venezuela (1971, 1975 y 1985) y siete participaciones en la Copa Libertadores. La llegada del milenio acabó con la leyenda rojiblanca y le abrió paso a otros equipos como Caracas FC y Unión Atlético Maracaibo.

En la Ciudad de Los Caballeros han reinado las malas administraciones políticas y deportivas dentro de la institución. Al borde del descenso en múltiples temporadas, todavía tiembla el corazón por la 12/13. Y es que Estudiantes firmó un Apertura de espanto: sumó ocho puntos producto de puros empates, por lo que se convirtió en el primer equipo luego de la expansión que termina el primer semestre sin victorias. Al final, la historia tuvo un desenlace feliz, salvación y permanencia en Primera.

En 16 años, los fanáticos rojiblancos tienen en sus recuerdos –además de las luchas por el descenso– el Clausura 2009, la Copa Venezuela 2008 y 2012. En la primera, el conjunto que dirigía Chuy Vera disputó un cierre de campeonato en donde se peleó el primer lugar con Caracas y Táchira. Sin embargo, en la jornada final, Estudiantes empató ante el Aurinegro mientras que los Rojos del Ávila, con una victoria frente a Zamora, se consagraron campeones. Las finales de Copa tuvieron en común al rival y el resultado: Deportivo Anzoátegui le quitaría a los emeritenses la gloria en ambas oportunidades.

Si en la cancha el objetivo era salir de la zona roja de la clasificación, fuera de ella lo importante era saldar deudas con los jugadores. Las irregularidades extra deportivas, debido a los impagos, le ha ocasionado demandas con la FIFA a Estudiantes. Por tal motivo, en enero de 2015, el máximo organismo del fútbol los sancionó con la pérdida de tres puntos por la deuda contraída con el futbolista argentino Nicolás Gianni.

Las relaciones económicas con los extranjeros siempre han sido difíciles. Y es que en 2012, se evitó otra sanción gracias a que Johan Santana, pitchertde las Grandes Ligas y antiguo socio del club, cancelara una deuda con el colombiano Ferley Villamil.

El tovareño quiso ser profeta en su tierra, por lo que adquirió parte de las acciones de la escuadra para “ayudar a organizar a Estudiantes”. Sin embargo, un recurso de amparo, introducido por la Gobernación del Estado Mérida, le expropió las acciones al dos veces Cy Young, en julio de 2013, porque la administración anterior no había hecho un registró legal de las mismas.

La política y el futbol no juegan en el mismo equipo, aunque muchos quieran utilizar la vitrina deportiva como palestra para una eventual carrera gubernamental. Quizás allí este la razón del presente Académico. Volver a los orígenes, y purgar los vicios, podrían ser las claves para un mejor futuro.

Los fanáticos rojiblancos viven del pasado y del peso de la camiseta. Le gustan los shortes cortos y los guayos negros. Sueñan con los tardes en el Soto Rosa y la Libertadores del 99. Recuerdan los goles de Brignani y los de Rubert. Si Estudiantes nació campeón con Mendoza y Chiazzaro, ¿por qué no desear volver atrás?