Dos semanas que pueden alzar o hundir al Caracas

El Caracas Fútbol Club inició este semestre con el pie izquierdo. En la primera jornada, en el estreno del Cocodrilos Sport Park, empató contra Portuguesa por la mínima. Además, cedió los primeros tres puntos en la carretera contra el Aragua FC. Racha negativa que se mantuvo: fue derrotado por Tucanes de Amazonas, en Puerto Ayacucho, dos goles por cero en el partido de ida de la Copa Venezuela. Esta derrota significó la tercera en fila en condición de visitante.      

El pasado domingo, el Rojo pudo tener un respiro contra el Deportivo La Guaira para encarar los partidos de las próximas dos semanas. El equipo dirigido por Antonio Franco tiene que jugar miércoles – domingo – miércoles – domingo. Durante este periodo, visitará el occidente del país por el Clausura 2016 y recibirá, en su verdadera casa, al complicado y líder Zamora. Además, jugará el partido de vuelta de Copa Venezuela.

El panorama luce un poco complicado, por lo que la victoria contra los litolarenses puede ser un impulso para evitar una “catástrofe” en el inicio del semestre. La primera cita del Rojo fue este miércoles en suelo marabino. En su visita al Pachencho Romero, consiguió un empate en los minutos finales gracias a un gol de Reiner Castro. El Zulia FC demostró ser lo que en el papel se esperaba: un rival díficil de vencer en su casa. Con el partido del miércoles, los zulianos tienen tan solo una derrota en los últimos 16 partidos (incluyendo Copa Venezuela). Asimismo, la última victoria del Rojo, en el Pachencho Romero contra los petroleros, fue en el Apertura 2013. En esa ocasión, ganaron tres goles por cero. El equipo de la Cota 905, con el reciente empate, cosecha tres partidos al hilo sin ganar al Zulia de visitante.

Luego de viajar a Maracaibo, Caracas regresa a su casa para recibir al poderoso Zamora, que tiene cinco partidos al hilo sin perder contra los capitalinos. La última victoria de los caraqueños antes los barineses fue en el Clausura 2015. Es importante destacar que los dirigidos por Francesco Stifano tienen nueve partidos consecutivos sin conocer la derrota, de los cuales solo dos han sido empates. El último fue ante el Atlético Socopó en el partido de ida de Copa. En condición de visitante, por torneo local, los llaneros tienen seis partidos consecutivos invictos.

Una vez que finalice la presente semana, el equipo de Franco tendrá que recibir a Tucanes de Amazonas por el partido de vuelta de la Copa. En el papel, cuando se compara a cada equipo, el resultado debería inclinarse por los Avileños; sin embargo, no es un secreto que Caracas no vive un presente favorable. En el ambiente, y si observamos el panorama, se siente la presencia del fantasma de Arroceros de Calabozo de la Copa Venezuela 2014. Aunque también puede estar presente el fantasma favorable de aquel Atlético Miranda, que casi sorprende a los Avileños en la Copa Venezuela 2012.

De esta manera, el Rojo recibirá a Tucanes con un marcador en contra de dos goles por cero. Tienen la plantilla suficiente para remontar el marcador, pero la realidad es distinta porque contra los amazonenses puede ser el partido más rudo de lo que va de semestre. La razón es que necesita anotar dos goles para empatar la serie y tres goles para avanzar de fase. Todo esto contando que Tucanes no anote.

Por último, Caracas cierra la próxima semana en Valera, cuando visite a Trujillanos FC. El equipo valerano siempre se ha hecho fuerte en su casa. A todos los equipos se les complica la visita a este estadio. Sin embargo, al equipo de la Cota 905 se le ha hecho más complicado de lo normal. La última victoria en dicha cancha fue en el Torneo Apertura 2006. No obstante, está registrada una victoria reciente: el Rojo venció a Trujillanos en el partido de ida de la final de Copa Venezuela 2009.

Los Rojos del Ávila tienen dos semanas complicadas. Durante este transcurso de tiempo pueden decir presentes en dos competiciones. Asimismo, tienen un complicado reto para no dejar de pensar en una competición (Copa Venezuela) o para no alejarse de otra (Torneo Clausura 2016). Estas dos semanas pueden convertirse en un termómetro en el ciclo de Antonio Franco.