Técnico nuevo, problemas viejos (Galicia 1-1 Venezuela)

“Tengo claro por qué nos echan a los técnicos: por perder. Lo que aún no sé es por qué nos contratan. Es un misterio, como el de la Coca-Cola”, Juanma Lillo.

1. ¿Quién fue el primero en confundir el fútbol con Harry Potter? El universo que escribió J.K Rowling no se parece en nada al de Maradona, Pelé y Messi. Menos que menos, al de Richard Páez, César Farías, Noel Sanvicente y Rafael Dudamel. La prensa y los hinchas la buscan, pero no existe: la varita mágica se quedó en los cuentos de hadas. Una realidad no cambia de un día a otro. Cuando Dudamel aseguró que habría pocos cambios, quizá no solo se refería a las variantes que pretende introducir en el modelo de juego, sino también a la posibilidad de evolucionar a corto plazo las falencias del equipo. Con la Copa América de frente, la consigna parece ser competir. Aunque, en un fútbol tan volátil, nunca se sabe.
2. Sin grandes novedades en la forma de encarar el partido, el modelo se puede resumir así: se buscaba ser lo más directo posible con la pelota, atacar por las bandas y generar desequilibrio en dichas zonas mediante asociaciones cortas, o apoyándose en el talento individual. El equipo era largo: debido a las deficiencias de los defensores para anticipar o corregir errores en carreras largas, y lo utópico que resultaría pretender desarrollar complejas capas de presión en tan poco tiempo de trabajo, la línea de fondo debía mantenerse a una altura a la que no pudieran sorprenderla. El repliegue era el camino, incluso para las transiciones defensivas. Presión sería un concepto solo aplicable en momentos donde se intuyera, de forma casi segura, la posibilidad de error en el rival. Y la tenencia de balón, como recurso ofensivo, estaba prácticamente descartada: no era el momento para tratar de explorar un rubro que ha generado tantos problemas.
3. Los fallos también resultaron conocidos. Aunque en algunos momentos hubo cierto orden, la espalda de los volantes de primera línea sigue siendo uno de los puntos más débiles de la Vinotinto. Lo mismo que los duelos defensivos individuales en el campo propio. En ataque posicional se observaron los conocidos errores al momento de interpretar los espacios. No obstante, lo que más preocupa son las falencias en defensa. Un equipo que pretende ser directo con el balón y replegarse sin él no debería permitir que el rival avance por el medio. A Galicia no le costó demasiado entrar al área de manera frontal. Uno de los mayores desafíos a corto plazo de este cuerpo técnico será tapar las goteras. La casa tiene rato inundándose.
4. ¿Tendrá los jugadores para hacerlo? En Venezuela, ya se sabe, se padece la escasez. Dudamel dispone de los mismos recursos que tuvo Noel, con la ventaja de haber visto los fallos de este. La obsesiva practicidad será preponderante para competir en lo inmediato. A algunos les podría sorprender que Galicia, siendo una selección sin el aval de la FIFA, haya tenido minutos tan destacados. El siguiente punto se ha repetido muchas veces, pero es indispensable para entender la realidad actual de la Vinotinto: hace falta mejorar la materia humana, la plantilla. Los futbolistas de Galicia juegan en la mejor liga del mundo, la misma de donde han salido los clubes campeones de los últimos 11 torneos internacionales. Los venezolanos proceden de un futbol en el que se celebra, como hito, que un equipo no sea eliminado en la fase de grupos de la Libertadores.
5. En búsqueda de esa practicidad y de avanzar en las cosas en las que el cuerpo técnico crea que sí se pueden hacer mejor, es absolutamente lógico que se prueben rostros nuevos, aunque la mayoría ya venía siendo considerado en el ciclo anterior. La titularidad de Faríñez es un punto a favor: la expectativa lo señala como uno de los venezolanos más destacados en el futuro. No ha votado en sus primeras elecciones, pero ya es uno de los mejores del torneo local. Mientras Baroja atraviesa momentos no tan gratos y Dani Hernández espera que la FVF y su club se pongan de acuerdo, los niños tocan la puerta. Y, quedó claro en el final de la era Chita, más de uno va a entrar.
6. También da gusto que Villanueva siga sumando minutos internacionales, que Víctor García empiece a cumplir lo que tanto se esperaba de él, que Yangel Herrera –quien genera comentarios positivos tras cada partido– debute con la absoluta y que Ponce cierre un gran año para él en Europa sintiéndose tomado en cuenta por el DT que lo hizo conocido. Entre los titulares, el jugador con más experiencia (25 partidos) sobre la cancha fue Josef Martínez. Tiene 23 años.
7. Rómulo Otero. Su desarrollo en el Caracas se hizo del mejor modo posible. Lo supieron cuidar. Ahora, las cosas que hacía en su país las está haciendo en tierras lejanas. La Copa América será su primero torneo internacional con la Vinotinto. Miles de ojos apuntarán a sus pies.
8. Es mejor empezar empatando que perdiendo. No hay duda. La sonrisita de Dudamel, tras el gol de Josef, fruto de la insistencia, lo dejaba claro: cualquieras sean los desafíos por delante, será más fácil encararlos con la estadística a favor. Psicológicamente, el cambio de entrenador suele generar efectos inmediatos positivos: la renovación de la competitividad e ilusión dentro de un vestuario. Se debe aprovechar ese impulso para trabajar de la mejor forma posible. Los siguientes amistosos deben prepararse con prolijidad.
9. El 20/05/2016 es un día importante. Marcó el debut como entrenador de la Vinotinto de uno de los jugadores de la era de Richard Páez. Ellos trascendieron con los tacos puestos. El entorno espera que lo hagan también con zapatos de vestir. Ninguno tiene varitas mágicas. Sin embargo, así como los niños que hoy visten la camiseta nacional crecieron viendo a su selección meterle tres goles a Uruguay en su estadio, los lanceros de Páez cargan consigo la frustración de no haber llegado al Mundial por culpa de las deficiencias del entorno. Quieren corregir eso.
10. ¿Cuáles es la meta de Rafael Dudamel? Preguntar es un arte que apunta al éxito. Definir respuestas conlleva al desarrollo. ¿Cuál es el objetivo, cuantitativo y cualitativo, en la Copa América y en el resto de la Eliminatoria, tanto para la Vinotinto como para la gestión del fútbol venezolano? ¿Qué posibilidades hay para conseguir las metas planteadas? Desde hace demasiado tiempo, la intención parece ser escoger a uno de los entrenadores más capaces del torneo local y ver qué tanto puede lograr. Punto. Así, sin más. El ciclo de los fracasos, bajo esa dinámica, está garantizado. Apostar una y otra vez a la gesta histórica es el plan de los mediocres.