Carlos Maldonado: la ilusión de Táchira
Luego de doce años, Deportivo Táchira volvió a transcender en Libertadores
"La ilusión no se come, pero alimenta", El coronel, protagonista de El coronel no tiene quien le escriba, de García Márquez.
Al nacer, los bebés uruguayos se asoman al mundo gritando gol, decía Eduardo Galeano. La diferencia es que algunos solo son futbolistas en las noches, mientras duermen, y otros durante el día, cuando están despiertos. Carlos Maldonado (Montevideo, 1963) tuvo la suerte de estar en el grupo de los segundos: si su primer grito de gol fue en Uruguay, los que más celebró fueron en San Cristóbal.
Desde un principio, el regreso del ídolo al Deportivo Táchira estaba cargado de mística. A los 19 años jugó en Atlético San Cristóbal. Allí aprendió a ser profesional y se enamoró de la ciudad. Durante un año estuvo en Argentina, y a pesar de tener ofertas, retornó a San Cristóbal, su casa.
Basta observar las celebraciones del técnico aurinegro tras cada gol para saber que está comprometido con el equipo. En este momento crítico, piensa que el fútbol puede ser un escape para una ciudad que últimamente está recibiendo muchos golpes. El fútbol, y la Copa Libertadores, permiten purificar el alma del hincha.
En la localía está la fuerza
En Fase de Grupos, Pueblo Nuevo fue impenetrable. Tres victorias en el mismo número de partidos le bastaron al Carrusel Aurinegro para avanzar a los Octavos de Final. Y aunque no ganó de visitante, tuvo la fortuna de que sus rivales directos –Pumas fue líder indiscutible– puntuaron menos que ellos.
La plantilla corta es una realidad con la que Maldonado tiene que lidiar. Rotar al equipo en el Apertura le ha funcionado para que las piezas principales estuvieran a tono para la competencia internacional. Contreras, Lujano, Ángel, Martínez, Mosquera, Cermeño, Mora, Rojas, Moreno, Pérez Greco y Herrera son los que han visto más minutos en Copa –más de 300 cada uno–. A principios de temporada, la lesión de Gerzon Chacón y la salida de César González redujeron más la nómina.
Con la salida de Maestrico, Zurdo es el entrenador dentro del campo. Si bien no ha marcado ningún tanto en Libertadores, ha estado involucrado en tres de los seis goles que lleva el Aurinegro en el torneo. El efecto de Rojas dentro del once abarca algo más que números.
"A pesar de la evolución de jugadores y técnicos, seguimos viajando a la guerra con pistolas de agua, al intentar equipararnos con la realidad continental", dice Pablo García, periodista de El Nacional. El avance de Táchira nos hace pensar que quizás no tenemos un nivel tan bajo como creemos. Y aunque esta premisa pueda ser solo un paño de agua tibia, a Carlos Maldonado nadie le va a quitar la ilusión.
Deportivo Táchira 2-1 Olimpia
Emelec 2-0 Deportivo Táchira
Deportivo Táchira 2-1 Pumas
Pumas 4-1 Deportivo Táchira
Deportivo Táchira 1-0 Emelec
Olimpia 4-0 Deportivo Táchira