Diferencias entre ellas y ellos

Por Carlos Celis (@TatoCelis)

No importa el género; el fútbol es igual para hombres y mujeres. Ambas divisiones consisten en un juego de 11 contra 11, con el objetivo de anotar más goles que el adversario. No hay diferencia entre los balones ni en el tamaño de las porterías. La esencia es la misma. Pero, por más que las normas sean similares, sus realidades no pueden ser más distintas, y las selecciones de Venezuela son una muestra de ello.

Es innegable que existen cualidades físicas que, por naturaleza, favorecen a los varones. Pero solo el hecho de contar con más fuerza o velocidad, no basta para determinar que sea mejor. El objetivo de estas líneas tampoco es calificar a una rama del deporte por encima de la otra, sino revisar el contexto en el que se encuentran. Y así empezamos. 

Ellas no viajan en aviones de lujo. Tampoco cobran en dólares por los amistosos que disputan con la camiseta Vinotinto puesta. No reciben millones por concepto publicitario ni ganan altas cantidades de dinero por lo que hacen. Muy pocas pertenecen a equipos que cuenten con recursos suficientes como para estar tranquilas y cómodas toda la temporada, y son aun menos las que tienen un sueldo fijo. 

Las distancias están haciendo sentir a ellas y ellos como dos hermanos con altas dificultades para convivir bajo el mismo techo. Por algo la cancha principal del CNAR está reservada para el conjunto masculino, y quizá por eso ellas deben minimizar su presencia cuando ellos se encuentran cerca. El deporte no discrimina; el ser humano, sí. 

Mientras ellos siguen sumando comodidades, producto de una altísima inversión (algo sumamente positivo), a ellas se les ha pedido reutilizar uniformes usados en campeonatos anteriores porque “no hay plata para unos nuevos”. Es caso un hecho que previo a algún Sudamericano, se van sin rueda de prensa y sin ser abanderadas, lo que colabora en mantenerlas en plena clandestinidad. 

Son muchos los apartados en los que se denotan diferencias, pero probablemente el más claro es que, aunque ellas no están acostumbradas a los flashes ni a aparecer con frecuencia en diarios o noticieros, sí se están habituando a ganar. No contarán con las mismas ventajas o privilegios, pero sacan lo mejor pese a sus limitaciones, y siguen alcanzando importantes logros internacionales, mientras ellos continúan su retroceso. Los éxitos están de un solo lado, mientras el grueso del presupuesto está del otro. Y, lamentablemente, así seguirá siendo.

*Foro Vinotinto y Carlos Tato Celis te invitan a seguir el fútbol femenino mediante @SoloFutFemVzla