En el Adecuación, ¿alguien mejor que Maestrico?
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En el Adecuación, ¿alguien mejor que Maestrico?

ForoVinotinto
2015-08-06 16:53:44
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Actualmente César González puede ser considerado el jugador mejor cotizado del fútbol venezolano. Su nivel está por encima del promedio

Por Moisés Acevedo (@Ulienserio)

Un primero de octubre de 1982, nació el jugador más sobresaliente que ha aportado el Estado Monagas al país y a la Vinotinto. Un talento individual que aparecía cuando controlaba el balón daba indicios de que un maestro crecía en Maturín. Acompañado de sus padres, César Eduardo González Amais, o “Maestrico”, empezó en el fútbol a los  cinco años de edad en la academia Da´Silva Fariñas.

Se amarraba las trenzas de los zapatos con el balón a su lado, recuerda Guichito, como le dicen al padre de César. El fútbol para Maestrico tomó relevancia en un torneo nacional realizado en Puerto Ordaz. Su equipo quedó sub-campeón y él fue uno de los más destacados.

Las buenas actuaciones fueron un común denominador a lo largo de su juventud. Su premio llegaría a los 17 años: debutaba en la Primera División vistiendo los colores del Monagas Sport Club. Manolo Contreras fue el técnico que le permitió ser profesional por primera vez.

El brillo de Mata partida –como le conocían los amigos de la infancia– pasó del Monagas al Caracas FC. Con el Rojo jugó el torneo venezolano y la Copa Libertadores del 2007. Su desempeño en ambas competiciones tuvo la validez necesaria para recalar en un fútbol más competitivo. Entre 2007 y 2008,  jugó en Colón de Santa Fe de Argentina. Sin embargo, en el equipo gaucho no destacó y se fue a otro club de la misma liga, Huracán. Su llegada al Globo fue por pedido del entonces técnico Ángel Cappa. Allí Maestrico pudo demostrar la magia que traía en sus botas. A raíz de esa temporada con Cappa, González dio un salto de calidad y empezó a tener un valor agregado que le permitió recalar en otros conjuntos.

Fue al Deportivo Cali y, posteriormente, se fue cedido al Atlético Huila. Entre esos dos equipos transcurrieron dos años de aprendizaje que, a la postre, le servirían para llegar a oncenas más reconocidas en el continente, como el San Luis mexicano, Gimnasia Esgrima argentino y River Plate. En el equipo de la franja fue una pieza importante para regresar a la primera división argentina. Al año siguiente, y con el equipo en la máxima categoría, el Millonario no renovaría sus servicios. César, en busca de regularidad, volvería a Venezuela a mediados del 2012, con el Deportivo Táchira. Su decisión afectó a algunos fanáticos caraqueños que no olvidan su paso por el Rojo; hinchas que no se percatan que la fidelidad en este futbol está al alcance de muy pocos.

Hoy en día, no ha cerrado la página y sigue escribiendo su propia historia con actuaciones que lo catapultan a las convocatorias vinotinto; incluso por encima de jugadores que militan en el extranjero. Desde su debut con la selección en 2004, siempre ha contado para los seleccionadores nacionales.

En el Carrusel Aurinegro está probando las mieles de una estabilidad que poco vivió en los sitios en que estuvo. Asimismo, ha demostrado su nivel en la Vinotinto con actuaciones destacables. Sin duda, un fuera de serie, más aún cuando se le compara con el nivel promedio del fútbol nacional.

César ya no es ni alumno ni maestrico, es un maestro. Si quiere volver a sentir el peso de la responsabilidad y exigirse a niveles superiores es importante que recale en un fútbol más competitivo. En la última Copa América, en los minutos que jugó, demostró que aún puede ser distinto; un adjetivo que, para mí, le valdrá para buscar protagonismo en el exterior.