El panorama de Caracas sin Otero y Baroja
En el intervalo que transcurrió entre la pretemporada y el inicio del torneo, los rumores de la inminente salida de Rómulo Otero y Alain Baroja empezaban a preocupar y, al mismo tiempo, a alegrar a la hinchada roja. Ambos jugadores tomaron vuelo hacia el extranjero. El primero en salir fue Alain Baroja, quien días antes de iniciar el torneo se lesionó y no pudo estar en el partido ante Tucanes de Amazonas. Por lo tanto, el arquero Wilker Faríñez fue el titular, dejando el arco en cero.
Baroja partió rumbo a Grecia, al AEK de Atenas, donde estará cedido y usará el dorsal número uno. Ahora bien, en Caracas, este quizá sea el puesto donde más preocupación se pueda tener, tanto en el cuerpo técnico como en los seguidores. Esto se debe a que el Rojo, fiel a su “proyecto” y filosofía, no fichará a ningún arquero. Es así como el tercer arquero de la Copa América, Wilker Faríñez, estará asumiendo esa importante responsabilidad tras la sombra de Alain Baroja. Faríñez, quien ya tiene tres partidos siendo titular, cuenta con cierta ventaja sobre su compañero Yonathan Yuztiz que -por los vientos que soplan- seguirá siendo el arquero suplente.
Si bien Faríñez tan solo tiene 17 años, viene de las categorías inferiores del Caracas, siendo el arquero titular del equipo filial: Caracas “B”. En dicho equipo pudo desplazar al arquero de la Sub 17 mundialista, Beycker Velázquez. Es por ello que su titularidad no es ninguna casualidad. Ya el técnico de la Vinotinto absoluta le puso el ojo, y le dio el visto bueno convocándolo como tercer arquero al campeonato internacional celebrado en Chile. Esto demuestra el gran potencial que tiene el juvenil. Una de sus grandes cualidades son los reflejos. Misma cualidad que nos cansamos de ver en Baroja.
Asimismo, cuenta con otra condición que lo coloca un paso delante de Yonathan Yuztiz. Se trata de su edad: juega como el juvenil de la regla. Además, hay que acotar que este Torneo de Adecuación no otorga títulos, si bien ningún equipo jugará sin buscar titularse -aunque no consiga la estrella-, no es descabellado que al joven arquero le den este torneo para agarrar experiencia.
La otra baja será Rómulo Otero, quien finalmente irá al Huachipato de Chile. El tema con Otero es distinto al de Baroja. Esto se debe a que Rómulo se lesionó en febrero del presente año. Desde entonces, el Rojo tuvo que arreglárselas para competir sin él. Aunque al principio le costó acoplarse, el rodar de las jornadas le permitió al equipo conseguir un estilo de juego en donde no dependían de Otero. De hecho, sin el jugador habilidoso en cancha, el Caracas estuvo a escasos segundos de ganar el Torneo Clausura 2015. El Profesor Eduardo Saragó consiguió adaptar a los jugadores a lo que él pedía. No obstante, cabe destacar que en cualquier equipo Rómulo nunca sobrará.
Finalmente, creo que el panorama no pinta tan complicado para Caracas. Son dos bajas importantísimas pero se pudiera decir que sin Otero ya el Rojo aprendió a jugar. La incógnita quedará con la ausencia de Baroja. A medidas que trascurran las jornadas es que se podrá observar cuanto pesa, o no, en el rompecabezas de Saragó esta baja. Ahora bien, la próxima interrogante será cuando se acerque la Libertadores: ¿harán fichajes de peso?
