Portuguesa fue más de lo mismo
Portuguesa FC cayó derrotado por la mínima ante Estudiantes de Caracas en su debut como local dentro del Torneo Adecuación. Un tropiezo doloroso, reconociendo que el fútbol expuesto por la tropa de Lenin Bastidas fue interesante en distintos momentos del compromiso; no obstante, el fútbol no es de méritos, sino de resultados y la definición sigue faltando en el cuadro araureño.
Hay cosas interesantes, llamativas que arrojó dicho compromiso:
1. El equipo depende en demasía de Bernaldo Manzano. El nuevo capitán es ese elemento que marca la diferencia dentro del Portuguesa FC. Si el "5" anda bien, los mediocampistas creativos quedan en una buena posición para gestionar ocasiones de gol. Ahora bien, si anda en un mal momento, exige al sector ofensivo retroceder, y el equipo en momentos queda muy atrasado para originar peligro.
2. Reconociendo ese contexto, Luis Martínez llegó para darle oxígeno a Manzano y aliviarlo un poco de responsabilidades.
3. Joel Cáceres se está afianzando al igual que Daniel Linarez en los costados.
4. Existe una competencia sana entre Eduardo Lima y David González en el pórtico araureño. Ambos tienen experiencia y seguramente a mitad de torneo podremos evidenciar cuál se adapta mejor.
El cuadro rojinegro mostró un buen fútbol y eso es digno de valorar, reconociendo toda la reestructuración que tocó padecer durante este semestre. Ahora bien, esa falta de sincronía entre toda esta plantilla origina momentos, espacios, vacíos. Problemas que concluyeron en el gol de Omar Perdomo, para darle la victoria a Estudiantes de Caracas.
El gol del "9" capitalino llegó en un error defensivo entre Jhon Ariza, David González y Daniel Linares; increíble lo que una pelota rifada origina, ¿no?
La idea se está planteando, pero el detalle es el tiempo. Y Bastidas lo decía desde que inició su segunda pasantía en el equipo: “Puede haber un proyecto muy interesante, pero si los resultados no me acompañan la historia podría ser otra totalmente distinta”.
Portuguesa FC es un equipo que juega bien al fútbol pero le cuesta concretar las ocasiones generadas.
La paciencia se está agotando dentro del creyente rojinegro; ese fiel que va todos los domingos a ver a su equipo. Sin embargo, Bastidas ha estado previamente en este tipo de ambientes y ha podido salir airoso. Queda mucho torneo y el público exige resultados, más aún contra rivales directos. La nueva tarea obligada será mejorar la efectividad para cambiar el panorama dentro del equipo y no repetir una historia melancólica, triste y anunciada. Lo emocional juega mucho y el trabajo debe ser mayor, para que esta historia no se convierta en una monotonía.
