La temporada del Caracas: aspectos positivos y negativos

Una vez que finalizada la temporada para el equipo de Eduardo Saragó, es importante analizar lo que fueron ambos semestres (Apertura y Clausura) para esta institución que está sedienta de títulos.

En primer lugar hay que reconocer que el primer semestre del Caracas fue un total fracaso. Desde la temprana eliminación en Copa Venezuela, por un equipo de Segunda, hasta la terrible racha que tuvo Caracas de visitante, la cual les costó el título del Apertura. Un equipo que no tuvo una idea clara de juego y además le faltaba mucha confianza al momento de jugar en la carretera. Asimismo, ese semestre terminó de la peor manera, en vista de que perdió al que probablemente ha sido el mejor extranjero que ha traído Caracas: Roberto Tucker. Luego de esta baja, las esperanzas de un buen Torneo Clausura eran muy bajas.

No obstante, el Caracas poco a poco fue de menos más en el Clausura, mostrando una idea de juego muy distinta. Demostrando que puede ser sólido en defensa sin Roberto Tucker y que puede jugar, hasta mucho mejor, sin Rómulo Otero. Por lo tanto, estos fueron los aspectos positivos y negativos de la temporada:

1.       No existe la Oterodependencia

La mayor parte del Clausura, el Caracas FC perdió a su jugador más importante: Rómulo Otero. Desde que fue anunciada su baja, la preocupación tanto en los hinchas como en el cuerpo técnico no dejó de ser comentada. Rómulo es el jugador más polivalente que tiene Caracas. Una estrella que se encamina hacia un gran futuro si las lesiones no lo detienen.  Hay que destacar el gran trabajo que hizo Eduardo Saragó al momento de suplir esta baja. Al principio la idea no era clara y las piezas que utilizó no fueron las más adecuadas. Sin embargo, con el correr de las jornadas fue encontrando un estilo de juego que se adaptara a lo que tenía a su disposición.

2.        Edder Farías contundente

Mucho se le ha cuestionado a este gran delantero. El monaguense terminó la temporada con 17 goles, de los cuales dos de ellos sirvieron para que el equipo consiguiera un punto; el resto fue para lograr la victoria. Todos los goles que marcó fueron para que su equipo sumara puntos. Demostró que es ese delantero nato que le hacía falta al Caracas. Además, no solo colaboraba en labores ofensivas sino que al momento de defender también ayudó bastante. Asimismo, su trabajo de “pivoteo” es uno de los mejores que tiene este fútbol. Fue vital su contundencia al final del torneo, anotando cuatro goles en tres partidos.

3.       Andreutti, la mejor pieza táctica

Ricardo Andreutti fue la pieza clave en el rompecabezas de Saragó. Su trabajo defensivo fue totalmente importante a lo largo del torneo. Un jugador que si muy bien no tiene la mejor técnica con los pies, hizo un gran trabajo de recuperación y, en ocasiones, de creación. Esto último hay que destacarlo y ofrecerle toda la responsabilidad al técnico avileño. Cuando Andreutti llegó a Caracas era muy difícil verlo dar buenos pases o hacer pausas con el balón. No obstante, esta temporada ha mejorado su técnica y fue vital para el buen funcionamiento del equipo Rojo.

4.       Di Giorgi, de villano a ser respetado

Más allá de las críticas infinitas que tiene y tendrá este jugador, en el fondo de cada persona es imposible no reconocer de manera objetiva lo mucho que ayudó en la parte defensiva. Al principio de la campaña fue utilizado como medio interior. Sin embargo, debido a su bajo rendimiento fue perdiendo la titularidad. De esta manera, Eduardo Saragó buscó colocarlo de central, un acierto importante ya que el argentino Marcelo Barreña fue un total fracaso en el club. Di Giorgi le dio seguridad a la defensa avileña y además ayudó en la salida limpia del equipo. En la última parte del torneo fue un movimiento clave para la solidez defensiva.

5.       Jefre Vargas y Jhónder Cádiz consolidados

Ambos juveniles fueron parte importante en el esquema de Eduardo Saragó. Vargas, quien la pasada temporada fue de más a menos, fue el lateral derecho titular a lo largo del torneo. Mejoró tanto en su salida como en su parte defensiva, fue un jugador indispensable. Es importante destacar que la última parte de la temporada fue uno de los jugadores vitales con sus centros precisos a la frente de Farías. Por otra parte, Jhónder Cádiz se consolidó en el partido de ida de la Copa Sudamericana ante el Inti Gas de Perú. Si bien no era titular partido tras partido, las veces que le tocaba cumplir esa función lo hacía de la mejor manera. Asimismo, a la hora de ingresar como suplente también hacía el trabajo. Teniendo a un jugador como Farías como compañero, tendrá un gran futuro a corto plazo.

6.       Miguel Mea Vitali, la bujía del equipo

El capitán llegó para ser el motor del Rojo, en un sector de la cancha donde el Caracas tuvo muchas deficiencias la temporada pasada. Más allá de que un sector criticaba su fichaje, hay que reconocer que fue un total acierto por parte de la directiva y el cuerpo técnico fichar a esta insignia del Caracas. Miky fue la bujía a lo largo de la temporada. El Rojo jugaba a lo que Miky aportara. Si bien Rómulo Otero era el desequilibrante, Miguel Mea Vitali fue quien puso a jugar al Rojo, otorgándole una idea clara de juego en el último semestre del torneo. Su renovación es un completo acierto.

7.       Seguridad en el arco

Alain Baroja demostró por una temporada más que es el mejor arquero de Venezuela. Es el arquero ideal para la Selección más allá del respeto que se merece Dani Hernández. Actualmente, no existe un arquero que se encuentren mejor forma y en mejor nivel que él. Sus atajadas fueron claves para poner a soñar al Rojo con un nuevo título. De no estar él en el arco Avileño, hoy Caracas estuviera en una parte más baja de la tabla, sin duda alguna.

 8.       Los extranjeros no dieron la talla

Tanto Marcelo Barreña como Fabián Bordagaray no aportaron lo que se esperaba. Ambos llegaron con la idea de suplir a Roberto Tucker, en el caso de Barreña; y a Luis “Cariaco” González, en el caso de Bordagaray. No obstante, el primero de ellos nunca mostró su buen juego, si es que lo tiene. En todas las ocasiones que tuvo la oportunidad de ser titular no aportó lo necesario para ganarse ese puesto. Tanto, que Giacomo Di Giorgi terminó arrebatándole la posición de central. Por otra parte, Bordagaray tuvo un semestre regular, no fue un jugador indispensable. Fueron más los partidos deficientes que eficientes. Sin embargo, demostró una mejor cara que su compatriota Barreña.

9.       El Olímpico una vez más protagonista

El estadio Olímpico de la UCV mostró su peor cara. Solo en el partido ante el Deportivo Táchira tenía un aspecto aceptable para al menos intentar jugar al futbol. Del resto fue protagonista en el mal funcionamiento que, en ocasiones, podía mostrar Caracas. Un equipo que está acostumbrado a entrenar en una cancha de grama artificial se le va a hacer realmente complicado adaptarse a una cancha donde el balón no rueda sino que rebota. No obstante, se espera que para el siguiente torneo muestre una mejor cara ya que la administración del estadio ha cambiado por completo y prometieron, una vez más, que el Olímpico estará apto para jugar al futbol.

10.   La sequía de títulos continúa

Si bien el Caracas se coronó en la Copa Venezuela bajo el mando de Eduardo Saragó, hay que reconocer que lo que más anhela tanto el club como sus seguidores es conseguir una nueva estrella. El Rojo tuvo tres partidos claves donde dejó escapar puntos que lo colocaron en una posición incómoda. Tenía que jugarse más que la vida en la última fecha ante Táchira. Partidos contra un Mineros débil en casa y contra un nuevo Zulia de visitante fueron vitales para las aspiraciones del Rojo, además de los tres puntos que dejó escapar ante un Deportivo Lara que se le plantó muy bien en el Olímpico.

Al principio de la temporada nadie colocaba al Caracas como campeón del torneo. Sin embargo, con el pasar de las fechas demostró que era candidato al título. Ahora bien, ¿se le puede catalogar como un fracaso a una temporada donde en los planes no estaba ganar el título?