Con el ojo en la Copa
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Vinotinto

Con el ojo en la Copa

ForoVinotinto
2015-04-10 19:52:59
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Entrevista a Noel Sanvicente

Por Daniel Chapela (@dchapela)

 

A Noel Sanvicente no le ha cambiado el talante ahora que es el flamante entrenador de la Vinotinto. Su dimensión como personaje de referencia en el fútbol venezolano del último tiempo le permitió asumir la máxima responsabilidad, el puesto al que siempre aspiró, con la certeza y la convicción que dan las batallas libradas. Serio y sereno. Crítico y optimista. Exigente y cercano. Nadie de su entorno podría cuestionar sus métodos y el respeto ganado sigue apareciendo en el primer lugar de su debe personal. De camisa, jeans y zapatos negros, se sentó a conversar del presente de la selección nacional en el lobby de concentración criollo en Fort Lauderdale, Florida, cuartel general del equipo de todos durante la más reciente fecha FIFA.

¿Cuáles fueron las conclusiones que extrajo de esta gira?

Lo más importante fue que se demostró que hay competencia de un partido a otro. En el segundo partido coloqué a siete jugadores diferentes y eso muestra la preocupación de los jugadores respecto a que nadie está seguro acá, que tienen que trabajar para ganarse un lugar y que cualquiera puede ser titular Lo más bonito de todo esto es que se trata de una competencia sana y que, el que está convocado entre los 18 o 23 jugadores que siempre se llevan, tiene la oportunidad de entrar y hacer las cosas bien. Fueron dos partidos totalmente diferentes, con un rival de más fuerza como Jamaica y otro de más toque como Perú. Nosotros tuvimos muchas pérdidas de pelota. Tenemos que buscar nuestro estilo, mejorar nosotros y tener una idea. El equipo intenta pero no sale de ese bache que los lleve a ser mejores en lo que puedan dar. Esas pérdidas de balón contra Jamaica… fueron dos regalitos que no son de futbolistas profesionales, no se pueden equivocar de esa manera. Ellos están claros y nosotros también de que, independientemente del resultado, tienen que seguir en la línea de proponer y jugar. Es la única manera de que podamos conseguir los objetivos, dar el paso importante que se ha buscado en los últimos dos procesos. Hemos estado cerca pero siempre ha faltado algo. Creo que ellos pueden dar más de lo que están dando, intentar que su nivel mejore.

En el partido contra Perú se pegó bastante. Hubo situaciones de tensión, se jugó con intensidad y se trata de un rival de grupo en la Copa América. ¿Al técnico le incomoda tener que darle señales a un rival?

Ni Gareca ni yo queríamos jugar este partido, pero ya había un compromiso. Fue de mucho carácter. Para ellos era su primer partido y los jugadores quieren estar, decirle al entrenador que cuenten con ellos. Nosotros veníamos de una derrota y este grupo necesitaba una victoria. El partido se fue contagiando, buscamos marcar territorio y el árbitro se dejó llevar por las cosas que pasaron. Estoy seguro que un árbitro suramericano habría expulsado jugadores. Los futbolistas son vivos, se agarran de un chorro de agua y si ven que dejan pegar, siguen pegando. Estoy seguro que el próximo choque con ellos va a ser diferente, sobre todo porque seremos más cuidadosos.

Obviando los resultados, ¿qué se parece más a su idea? ¿Lo de Jamaica, lo de Perú, o son ambas cosas parte de su idea pero ejecutadas de distinta forma?

Parece una locura, pero me sigo quedando con 20 minutos del partido contra Chile en la línea de procurar que los volantes tengan ese espíritu combativo a la hora de recuperar la pelota y que puedan funcionar en las dos dimensiones del juego. Siempre buscando automatizar algunos movimientos y que ellos tengan la seguridad de recuperar y jugar, no que quiten y luego no tengan respuesta para jugar. Tenemos que tener equilibrio en las dos cosas. Claro que la suerte te puede acompañar jugando mal, pero si estás jugando bien hay muchas posibilidades de conseguir los objetivos. No soy un loco cuando pienso que cada uno de ellos puede dar más, no solo en la selección sino también en sus equipos. Por momentos contra Perú mostramos esa agresividad para quitar, estar más cerca y tener respuesta para robar y atreverse. A veces nos confundimos: quitamos y ya no participamos. Hoy por hoy el fútbol te exige esa intensidad y esa dinámica para hacer las dos cosas y ser contundentes luego para aprovechar los momentos.

Recordando los partidos de la fecha FIFA de septiembre del año pasado contra Corea del Sur y Japón, se plantearon partidos con dos sistemas diferentes (el 4-2-3-1 contra Corea y el 4-4-2 contra Japón) tal como ocurrió en esta última gira. ¿Vio al equipo más estable cuando se asentó sobre el 4-4-2?

Lo que sí es cierto en esto es que las veces que hemos tenido más días trabajando hemos mejorado. Siempre los segundos partidos han sido mejores. Eso te da un indicador que, teniendo a los jugadores y pudiéndolos trabajar, el equipo se va a ver mejor dentro de la cancha. Eso es lo que me han dejado todas las giras. Hemos jugado con un punta, con dos, con tres delanteros también (algunos jugando por fuera), son movimientos que hacemos como parte de la preparación. Lo mismo que hicimos con Amorebieta: la gente estaba preocupada porque no teníamos alternativas a Gaby (Cichero) y ahora podemos decir que tenemos dos laterales izquierdos solventes. A Arango lo movimos a jugar de volante de primera línea en el segundo tiempo contra Jamaica y generó fútbol. También Seijas o Rosales pueden hacer esa función. Estos partidos te permiten hacer ese tipo de variantes. Creo que nosotros hemos buscado tener alternativas y han resultado. Ahora solo tenemos que tratar de acoplarlas y que cada vez estén más fortalecidas para que tengan la idea clara al momento de desarrollarlas dentro de la cancha.

Cuando se juegue por los puntos, en Copa América o en las eliminatoria, ¿esta va a ser una selección que maneje distintos módulos de juego?

Desde mi punto de vista, hoy el jugador tiene que estar preparado para cambiar en minutos o en segundos un sistema o una figura táctica. Para la foto los equipos salen de una manera y terminan jugando de otra. Puedes pensar en un 4-4-2, no la estás pasando bien y lo puedes convertir en un 4-5-1. O 4-3-3. Si tienes los jugadores lo puedes hacer, pero eso hay que trabajarlo. Acostumbro en mis equipos a darle esas variantes, a que puedas cambiar hasta en un mismo tiempo dos o tres veces la figura. También se puede hacer una figura para recuperar la pelota y otra distinta para atacar. No le voy a pedir a un jugador nada que no hayamos entrenado. Quiero que los jugadores tengan seguridad para ejecutar en la cancha lo que antes hemos hecho en los entrenamientos. Los planteamientos nos lo darán las características del rival y lo que consideremos que nos hace sentir mejor.

Después del partido contra Perú, ¿sintió que el equipo emitía señales que le llevasen a sentir que eso se parecía a lo que usted quiere?

En todos los partidos hubo cosas positivas. Nos falta mucho trabajo y repito que no es casualidad que en las giras siempre los segundos partidos hayan sido mejores. Tenemos que adaptarnos, analizar bien lo que está pasando para fortalecer al equipo. Ojalá que ellos puedan asimilar bien las ideas que quiero. Queda bastante tiempo para irlas agarrando. Por momentos sí se parece a lo que busco, sobre todo cuando tienen la lectura correcta de cuándo jugar, cuándo contrarrestar la presión con un pase largo o unos buenos movimientos y que el jugador sepa que con esos movimientos va a generar fútbol. O que, cuando enfrentemos a un rival que nos va a esperar para salir de contragolpe, tengamos la lectura adecuada y la seguridad para salir jugando sin rifar la pelota.

Le quiero preguntar por Juan Arango. En los partidos que lo ha tenido ha jugado de volante por la izquierda, de mediocentro y hasta de segunda punta. ¿Dónde lo ve más claro?

Él se sintió muy cómodo, está disfrutando con esa posición de volante de salida. La gente dice que marca menos que un lápiz, pero es lo contrario: la experiencia te ayuda a conocer una posición. Cuando juega retrasado trata de ordenarse, de saber cuáles son las funciones que corresponden en esa zona. Jugar al fútbol sabe y alguien como él en esa posición te da muchas cosas. Así como te puede jugar y contagiar al resto, puede meter un pase de 40 metros que deje solo al delantero. Es muy positivo para él por el rendimiento que está teniendo en México y también para nosotros porque el rato que jugó en la primera línea se vio muy bien. Sí necesita mucho en lo físico porque es verdad que cuando ha trabajado con nosotros, el segundo partido le cuesta. Eso tiene que ver con lo que exigimos, que hay que recuperar la pelota entre 6 y 10 segundos. Constantemente estamos buscando presionar en cualquier sector de la cancha y eso a algunos jugadores le pega. Él está con muchas ganas y tratando de hacer las cosas bien. Para mí está corriendo más de lo que corría antes.

Usted fue delantero en Mineros y Marítimo. Volante central en Minerven. Defensor en el Caracas. ¿Esa experiencia suya como jugador que fue evolucionando hacia otras posiciones lo identifica con este presente de Arango?

Seguro. Allí está como ejemplo Pirlo, uno de los mejores jugadores del mundo. Rápido de mente, que con ese aparente trotecito pisa las dos áreas. Se convirtió en cinco y es de los mejores. Pirlo no es un jugador que se caracteriza por quitar, morder o tener intensidad para marcar. A veces, en esa posición, es más importante la inteligencia para saberse colocar, dirigir a los compañeros para beneficiarse él. Eso te lo da la experiencia. Saber jugar en varias posiciones te da más todavía y Arango va a manejar los conceptos que sean necesarios en cualquier lugar donde lo pongas.

A Tomás Rincón lo pudo observar en todo el ciclo anterior de la selección. ¿Qué significa tenerlo ahora como uno de sus dirigidos?

Creo que Tomás es el corazón del equipo. Si deja de latir, chao. Siempre va a tener que contagiar, no solo en el fútbol sino para ir a quitar. La mayoría de los volantes de primera línea, cuando le ganan las espaldas, no tienen la misma intensidad para pasar la línea de la pelota que cuando les toca ir a presionar hacia delante. Siempre le digo ‘cuando te ganen la espalda, más rápidamente tienes que buscar pasar la línea de la pelota, porque si te quedas tú que eres el corazón del equipo, se nos va a complicar la vida a todos’. Contra Perú me dio mucha satisfacción porque desde hace rato le vengo diciendo también que no se le puede olvidar el fútbol y en ese partido quitó, dribló, tocó, pasó, llegó al área… Eso es lo que les pido a todos, nada del otro mundo. Que esas cualidades que tienen las saquen. Es la única manera. Los equipos llegan porque juegan bien, proponen y contra quien jueguen muestran ese carácter y ese juego para poder conseguir las cosas. Si el jugador de fútbol venezolano se cohíbe de dar ese diez por ciento más, no vamos a llegar a ningún lado. ¿Por qué un jugador de nosotros no puede ser figura de cualquier liga? ¿Por qué el colombiano Bacca, que jugó en Venezuela con Minerven, puede hacerlo y nosotros no? A veces nos cohibimos, no sacamos todo y hay que atreverse. Si no te sale, no te sale, pero si llega a salir vas a mejorar.

Esa línea de cuatro del partido contra Perú con Rosales, Vizcarrondo, Túñez y Amorebieta, ¿qué conclusiones le dejó?

Nos dio la tranquilidad de mantener el cero por primera vez. Ellos y Alain (Baroja). A Andrés (Túñez) lo quería ver porque tengo que conocerlo, para eso son los partidos de preparación. Mostró buenas condiciones, es una variante. Lo mismo que Amorebieta para el lateral izquierdo. A Vizca le dije que tenía que mejorar porque no se vio bien contra Jamaica. Y bueno, también tengo a un Lucena que lo veo muy bien preparado para jugar como defensa central con muy buena salida. Nos dio confianza, el triunfo siempre da confianza, sobre todo a un grupo que hacía rato que no sumaba de a tres. Fue muy positivo porque una de las cosas que se les pidió fue que trataran de mantener el cero porque no puede ser que recibamos goles a poco de comenzar los partidos o después de empatar. No tenemos esa lectura para decidir entre ser toro o torero. A veces hay que saber cuándo toca ser una cosa o la otra. Cuándo tener la tranquilidad para manejar la pelota, cuándo atacar rápido… La experiencia que tienen no la estaban utilizando dentro de la cancha. Contra los peruanos trataron de afinar cada uno de esos detalles que te ayudan a volver a una victoria.

Baroja viene tocando la puerta fuerte. La gente tiene la sensación de que, por jerarquía, Danny Hernández tiene un paso por delante en la carrera por el arco de la selección. ¿Cómo lo evalúa usted?

Sí, es verdad que Danny está un paso por delante, estamos claros. Cuando buscamos los nombres y dónde juegan siempre va a tener ventaja el que está afuera, pero el día a día, el trabajo y los resultados en la cancha pueden decir otra cosa. El camino es largo y quien juegue estoy seguro que va a ser el mejor. Lo bueno es que tenemos una competencia sana, los dos pueden ser titulares. Alain viene jugando de hace rato, está ‘tiempista’, con los reflejos a millón… ¿Quién jugará? No sé, lo que sí tengo claro es que tenemos dos porteros de nivel y cualquiera de los dos puede jugar.

¿Tiene más certezas que dudas respecto de la lista para la Copa América?

Hay que hacer un análisis muy profundo. No solo yo sino todo el equipo de trabajo. Involucro incluso a los jugadores. Esta Copa América se va a realizar un mes antes de lo habitual y habrá jugadores que lleguen pocos días antes a la concentración. Así no nos sirve. Que pase con uno o dos, está bien, pero si es un 60 por ciento que llega así, lamentablemente vamos a tener que partir otra vez de cero. Hay que analizar bien puesto por puesto y puede ser que alguno salga sacrificado para darle chance a otro del torneo local al que podamos tener por más tiempo. Necesitamos tener un grupo que pueda trabajar a conciencia, con compromiso. Ellos deben saber que van a un evento importante en el que, por qué no, pueden levantar una copa, siempre hay una primera vez. Nosotros tenemos que dejarlo todo para eso, a la familia, a los amigos… Acabo de hablar con un empresario para que me den una mano, que pongan de su parte para que los jugadores me puedan llegar con al menos 20 días. El proceso anterior tuvo 30 y tantos días y le fue bien, quiere decir entonces que ese es el camino. Si a nosotros nos ha ido bien en los segundos partidos es porque con trabajo mejoramos.

¿Cómo ha sido para usted conocer al monstruo por dentro? ¿Cuál es su balance de estos meses como seleccionador nacional?

Ha sido muy difícil porque las cosas no cambian de la noche a la mañana. Pero vamos por buen camino. Con el paso de los meses van viendo la clase de persona que es Noel Sanvicente y siento que ahora hay más confianza de la gente que está alrededor. A medida que se vayan consolidando los proyectos, las cosas van a estar bien e irán por el camino que necesitamos todos.

 

*Publicado en danielchapela.com