Un resurgir en el arco
Un resurgir en el arco
Vinotinto

Un resurgir en el arco

Juan Afonso
2015-02-05 09:53:31
1.051

Frente a Honduras, Alaín Baroja supo mantener a raya los ataques catrachos durante gran parte del partido

El pasado miércoles pudimos asistir a la primera victoria de Venezuela en la era Chita, tras cuatro presentaciones que dejaron mucho material para corregir, y al tiempo como principal enemigo. 

De ese partido, y a la espera del segundo encuentro de Venezuela contra el mismo rival (pero esta vez en Barinas), voy a rescatar lo que me pareció realmente importante: hay un resurgir dentro del arco nacional. 

Los primeros cuatro juegos de Venezuela con Sanvicente al frente se caracterizaron por errores defensivos y fusiladas que Dani Hernández recibió de todos esos rivales. El saldo fue de -11 (no cuento los tres tantos recibidos que le otorgaron en la mesa tras alineación indebida contra Japón). El portero del Tenerife vio devaluadas sus actuaciones en este cambio de proceso debido a los pocos minutos que disputaba en su club, cosa que el mismo Sanvicente le señaló. 

Es ahí donde el guardameta caraqueño, Alain Baroja, decidió mostrar el material que tiene para ocupar el arco como primera opción. En la Era Farías había sido convocado, pero no vio minutos, salvo en algún amistoso poco trascendental. 

El partido de ayer fue otra prueba más para engrosar la lista de jugadores aptos para la Copa América y el arranque del nuevo proceso eliminatorio hacia el Mundial. Mi evaluación va enfocada al arco, porque es la primera gran falla del proceso de Chita. Baroja demostró mucha seguridad pese a los pestañeos defensivos de los primeros 20 minutos, y ese detalle fue vital para que Venezuela se lanzara al ataque rápidamente y perforara la puerta catracha tres veces. Les juro que debía apelar a la repetición para ver de nuevo los goles venezolanos, porque los ataques los perdía de vista. 

Aunque los hondureños lograron anotar, Baroja siguió firme en su puesto y mostró que tiene jerarquía para ocuparse de los tres palos. Lo más que se puede esperar del capitalino es que pueda mantener el ritmo que ha exhibido, y mejorarlo. 

Es un avance, pero aún falta. Todavía se necesita, entre otras cosas, reforzar la defensa para no sufrir innecesariamente. Solo así, el proceso triunfará.