Sin identidad (Brasil 2-0 Venezuela)
Sin identidad (Brasil 2-0 Venezuela)
Juveniles

Sin identidad (Brasil 2-0 Venezuela)

Armando Peña
2015-01-19 21:18:07
706

Segundo partido, segunda derrota y con el mismo resultado

Ya no hay margen de error, la única forma de que Venezuela pase será ganando; incluso, tendrá que golear. Anteriormente les escribí un análisis de ambos tiempos, por separado, esta vez no quiero hacerlo así.  El sábado contra Chile tenía una confianza que hoy por hoy no tengo, y creo que ustedes tampoco.

Frente a Brasil, la Vinotinto mostró algo distinto, tuvo mucho más orden. Tácticamente mejoró un poco, logró apaciguar al rival al menos el primer tiempo. Sin embargo, la Canarinha no dejó de asomarse al arco de Beycker.

Leí mucho por las redes sociales: “Yanowsky, Murillo y nueve más”, yo personalmente pensé igual. Hasta Ponce ha estado muy discreto. Esa frase no se escapa tanto de la realidad, los únicos elogios en los dos partidos han sido para el ‘Enano’ Reyes y ‘Balotelli’ Morillo: ninguno se cansa de correr.  

Volvimos a ver el 4-2-3-1, que en mi humilde opinión resulta muy deficiente. Un equipo muy ancho, sin compaginadad entre las líneas, intentando llenar un puesto "10" donde tiene a jugadores con mucho fútbol como Savarino, Páez o hasta el mismo Peñaranda, pero que todavía no tienen la suficiente madurez para cumplir las tantas labores que exige ese lugar.

¿Por qué no jugar con un 4-4-2, sólido y sin mutaciones?, algo sencillo pero efectivo, sin mucha movilidad. ¿A qué me refiero con esto? Dejar de intentar mostrar virtud tactica cuando no la hay, si bien es cierto que toda formación muta, ya sea cuando existe una trancisión ataque-defensa o viceversa y en otras diversas situaciones, no veo la necesidad de hacerlo sino lo ejecutas de forma correcta, y quiero creer que esta camada de jugadores pudiese llegar a entender un sístema en el que cada uno cumpla trabajos específicos y fáciles.

Se nos borró esa imagen de la Venezuela goleadora y dominante en Veracruz, que quizá fue una ilusión; pues, queda claro, que ha esta selección le cuesta jugar contra rivales más fuertes que los que enfrentó allá.

Una selección sin ideas, donde lo individual predomina a la unidad, no hay una identidad clara que dictamine la forma de jugar. ¿A que juega la Vinotinto de Echenausi?, por los momentos se me hace complicado entenderlo, ya veré cuando termine el Suramericano, y ojalá que logren cambiar lo que hemos visto en Uruguay.