El primer zurdazo

Por @HMarsuian_

Juan Pablo Añor fue uno de los protagonistas en Mérida. El mediocampista ofensivo del Málaga marcó su primer gol oficial con la selección mayor de Venezuela, contra uno de los rivales más difíciles de la CONMEBOL, Argentina, líder de las eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018.   

Juanpi, en teoría, no estuvo en los planes de Dudamel para el once contra Argentina. Ante una hipotética molestia de Roberto Rosales, entró como titular. Y la rompió con su gol y su talento. El fútbol y sus cosas. Un deporte bonito y caprichoso.

Añor no se escondió e intentó tener la responsabilidad del juego ofensivo de Venezuela desde los primeros minutos. El problema residió en el peligro constante que generó la selección argentina por su banda izquierda, lo que ocasionó un ida y vuelta incesante de Juanpi. Aunque él no se destaca defensivamente, colaboró mucho atrás, robando varios balones.

Venezuela se adelantó en el marcador gracias a un gol de dibujos animados o de videojuego. Añor sacó el pincel y creó una maravilla, se inventó una joya. Un disparo de zurda que hizo olvidar por unos segundos a Juan Arango. La jugada empezó con una recuperación de Alexander González, quien tocó con Juanpi, éste destrozó a Rojo, esquivó a varios defensas argentinos y mandó un zurdazo en el borde del área. Sergio Romero no se lo creyó, quedó maravillado y con cara de asombro. El tiro terminó en el ángulo superior de la portería. La grada explotó de felicidad.

Quedará en la memoria los gestos de crack de Juan Pablo en su primer gol con Venezuela. El caño a Rojo. La manera cómo se acomodó con la derecha el balón, desajustó al defensor argentino y, seguramente, a sus compañeros, al público en Mérida y al televidente.  El modo en el que resguardó la pelota. La forma de colocar el cuerpo y pegarle con la zurda. Mucho talento. Detalles de cancha de futbolito. Golazo descabellado y magnífico.

Juanpi es distinto y lo demostró contra Argentina. Su talento es único. Venezuela, sobre todo en el primer tiempo, encontró algunos espacios y Añor se convirtió en el cerebro. Lideró. Jugó en vertical. Ofreció calma, conducción y movilidad. Empezó las jugadas por fuera y se movió por dentro. Rompió líneas con sus pases. Buscó generar peligro. Manejó los tiempos.

Venezuela terminó empatando (2-2) contra Argentina en Mérida. Un partido donde los dirigidos por Dudamel volvieron a demostrar detalles buenos e interesantes. El generar espacios en ofensiva, el orden, la intensidad, la presión, el carácter, el orgullo, entre otras cosas. Todo eso en los primeros 60-70 minutos del partido. Después, muy pobre la actuación. Hizo poco y le costó cerrar el juego, el mayor problema de la Vinotinto.

El inconveniente con Juanpi es que, con la ida y la vuelta constante, no aguanta los 90 minutos y lo demostró contra Argentina. El último cuarto de hora del partido se le observó cansado. No obstante, el caraqueño demostró carácter y fuerza en algunas acciones, donde buscó conducir y ser vertical. Aunado a esto, robó balones en zonas peligrosas.

Venezuela posee 2 de 24 puntos posibles en las eliminatorias para el Mundial de Rusia 2018. Lo importante y la conclusión positiva es Juanpi, quien cada vez se siente más cómodo con la selección vinotinto y es difícil pensar sacarlo del once, principalmente por su actualidad. El aficionado venezolano tiene que pensar en él como el futuro. En su zurda de oro recaerá gran peso en los próximos años. Así debe ser.