El reencuentro como medicina
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El reencuentro como medicina

Juan Pablo Chourio
2016-12-04 17:57:37
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Tras una etapa más que turbulenta en la Vinotinto, Noel Sanvicente firmó con el Caracas FC por dos temporadas. El reencuentro de viejos conocidos en un momento no tan dulce podría ser la fórmula para recuperar la senda del triunfo

Apenas Richard Páez renunció a la selección nacional y el puesto de director técnico quedó libre, el candidato con más pergaminos y más respaldo dentro de la opinión pública era Noel “Chita" Sanvicente, quien para entonces había ganado cuatro estrellas con el Caracas FC. Por supuestas diferencias con Rafael Esquivel, tendría que esperar un ciclo más para alcanzar la meta de un entrenador criollo: dirigir a la Vinotinto.

Nombrado César Farías seleccionador, “Chita" seguiría creciendo y sumando adeptos a su trabajo en Los Rojos del Ávila. La cumbre de su etapa en la Cota 905 sucedió en 2009, pues después de demostrar su supremacía en el ámbito local, el objetivo era competir a nivel internacional. En la Libertadores de aquel año, Caracas se codeó con recursos y sin inferioridades a Lanús, Chivas, Everton, Deportivo Cuenca y Gremio. La legión avileña integrada por Renny Vega, José Manuel Rey, Luis “Pájaro" Vera, Darío Figueroa, Rafael Castellín, entre otros, perdió por goles de visitante en los cuartos de final del campeonato de clubes más importante de Sudamérica; y ganó la décima estrella de la institución, la quinta de Sanvicente.

Equipo de Caracas en la LibertadoresEl Caracas Fútbol Club en la Copa Libertadores 2009 (Nelsón Pulido)

“Chita" se demostró a sí mismo que podía superar barreras en 2007. Caracas fue agrupado con River Plate y por petición de la oncena de la banda roja, la CONMEBOL dictaminó que el compromiso no se podía disputar en el Brígido Iriarte, por lo que el partido se jugaría en Cúcuta. Los casi mil kilómetros de distancia no impidieron que se lograra la gesta, más bien le agregó más ingredientes para que los seguidores del fútbol venezolano la recuerden como fecha histórica. En aquella fase de grupos, Caracas derrotaría dos veces a River Plate y accedería por primera vez en la historia del  club, y de Chita, a los octavos de final.

La era “Chita" convirtió al Caracas FC en club modelo en el fútbol venezolano gracias a resultados deportivos, instalaciones propias, categorías inferiores y una fanaticada con sentido de pertinencia. En el plano individual, Sanvicente se ganó el reconocimiento de jugadores, periodistas y fanáticos. No se puede hablar del Caracas sin mencionar a “Chita”, ni tampoco al revés, pues en el currículum de Sanvicente está resaltado en color rojo el periodo 2002-2010. 

Fuera de casa

Tras la ruptura de relaciones, probó en Real Esppor. Un equipo sin historia ni espacio físico propio en donde entrenar, pero con un sostén económico para fichar a jugadores del gusto de Noel. La escuadra merengue estaría a un solo gol de conquistar el torneo Apertura 2010.

La primera experiencia lejos de casa sería menos traumática para quien tiene como lema de vida “trabajo y más trabajo”. Sin embargo, problemas extra deportivos (económicos) culminaron un proceso que parecía arribar a mejor puerto.
 
La siguiente etapa de su carrera lo obligó a salir de su zona de confort: recaló en Zamora y por dos temporadas consecutivas posicionó a la oncena barinesa como la mejor dentro del balompié local. En territorio llanero no perdió la costumbre de trabajar, vigilar y decidir sobre cualquier aspecto que podría ayudar a crecer a su equipo. En los pasillos del Estadio Agustín Tovar, se recuerda cómo Sanvicente llamaba para averiguar si habían o no regado el césped. Su rol era de técnico, pero su opinión tenía mucho peso en las decisiones de oficina.
 
Sanvicente ganó dos títulos con Zamora
 La Burra Brava homenajeó a Sanvicente: "Le dista alegría a un pueblo, ahora le toca a un país". (AVS)
 
El desafío

Una vez César Farías abandonó el banquillo de la Vinotinto, los reflectores enfocaron, otra vez, al técnico nacido en San Felix (Bolívar). Pese a los meses de especulación en la Federación Venezolana de Fútbol sobre quién ocuparía el puesto de seleccionador nacional, el mandamás Rafael Esquivel daría el visto bueno al “Negro” –como le dicen cariñosamente en el mundo fútbol.

El periodo de Sanvicente en la Vinotinto fue el más turbulento en su trayectoria como entrenador, pues, exceptuando la Copa América Chile 2015, nunca tuvo el respaldo de resultados positivos, cuestión que generó en el ambiente diferencias con respecto a su continuidad. En la selección propuso un mapa y una hoja de ruta, pero el árbol se dobló a la mitad en su etapa de crecimiento.

La marca por no haber encontrado la fórmula de cambiar la inercia negativa de la selección es una herida que no podrá borrar. Usar todo ese bagaje y experiencia a su favor quedará en sus manos. 
 
Sanvicente con la Vinotinto
Sanvicente nunca pudo encontrar la ficha para armar el puzzle Vinotinto (Imagen extraída de la web)
 
El regreso
Retornar a casa significa volver al equipo que lo vio crecer, triunfar y labrarse un nombre en el balompié nacional. Para Caracas –reencontrase con Sanvicente– será recordar la época más victoriosa en la historia de la institución. Hoy, ninguna de las dos partes es igual a la de seis años antes, pues presupuesto, jugadores y condición país son distintos; sin embargo, Caracas podría ser la cura que necesita Chita, y Chita la que necesita Caracas. 
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